Tener deudas dispersas se puede convertir en un completo dolor de cabeza cuando no tienes la capacidad de pago o no cuentas con el dinero para cubrirlas. La buena noticia es que existe una solución: la consolidación de deudas.
Si tu capacidad de pago no es suficiente para afrontar todas tus responsabilidades y no sabes qué hacer para evitar problemas financieros, te compartimos algunos tips para que te prepares y unifiques tus deudas.
Haz un conteo de todas tus deudas sin importar que sean grandes o pequeñas. Anota los saldos, las tasas de interés, las cuotas restantes, entre otros. Esto será de mucha ayuda para determinar la cantidad exacta que necesitas para liquidar tus compromisos financieros.
El historial crediticio es un informe que resume tu comportamiento financiero. Este documento incluye la puntualidad en los pagos, si has pagado mora, las deudas adquiridas, los tipos de crédito y la institución en donde adquiriste el crédito o financiamiento.
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Si tu historial crediticio está en orden, el siguiente paso es establecer el monto que debes solicitar, es decir el total de tus deudas. En este proceso, verifica si tu capacidad de pago es suficiente para cubrir las cuotas mensuales y si tendrás el dinero suficiente para otros gastos.
El último paso para preparar tus finanzas es reestructurar tu presupuesto, así que te recomendamos organizarte, enfocar tus gastos y establecer una cuota de ahorro. Esto último te brindará la tranquilidad de contar con un “colchón” ante cualquier imprevisto.
Aunque la consolidación es un instrumento que te facilita el manejo de tus deudas, es importante que te organices y tomes en cuenta todos estos consejos para preparar tus finanzas.
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