Solicitar un crédito requiere entender conceptos básicos que no todos conocemos.
Resulta que tienes una emergencia y necesitas un préstamo. Llegas al banco y te atiende un gerente muy amable que empieza a soltar conceptos y términos técnicos como “tasas de interés”, “plazos”, “cuotas niveladas”, “fiador” o “garantías” que no logras comprender en su totalidad. Aquí hay dos riesgos: que termines por declinar el beneficio o que firmes un contrato sin entenderlo al 100%.
Por eso aquí te compartimos términos clave que necesitas saber antes de solicitar un préstamo.
Es el dinero que le pagarás a la institución bancaria por prestarte una cantidad mayor. Es decir lo que cobra el prestamista a los prestatarios. Para una de las partes es la ganancia por prestar y para la otra es el pago por recibir el préstamo.
El interés se mide en porcentaje y por un periodo de tiempo. Por ejemplo “El 10% mensual” significa que pagarás la décima parte de lo que debes por cada mes que tengas el dinero en tu poder.
Se trata de las dos modalidades para realizar los pagos que tienes cuando solicitas un préstamo. Cuando nos referimos a una cuota nivelada hablamos de pagar exactamente la misma cantidad en todos los meses del plazo del préstamo. Es decir, si el préstamo, con todo y el cálculo de interés, es de 1,000 y el plazo de pago es por 10 meses, se pagarán 100 mensuales.
Por su parte al hablar de una cuota sobre saldos, hablamos de dos términos:
De esta manera se calcula cada cuota dependiendo del tipo de préstamos que se solicite.
Es el tiempo que el prestador establece para que la deuda sea cancelada. En caso de que al terminarse el tiempo, el deudor no haya concluido su pago, se podrá hacer acreedor a una multa o sanción previamente establecida entre ambas partes o por establecer ante un tribunal.
Ante la ley tiene las mismas obligaciones que el deudor en caso de que éste no cumpla con los pagos establecidos. El prestador puede demandarle el pago parcial o total al fiador que otorgó su firma al deudor en un marco de solidaridad y confianza.
Se trata de un bien o cierta cantidad de dinero que permanece en custodia del prestador durante el tiempo de la deuda y que es devuelto en su totalidad cuando el trato concluye. En caso de que el préstamo no sea saldado, puede disponer de la garantía en los términos que dicta la ley.
Y es que ya no es suficiente leer el contrato o las letras chiquitas. Ahora es imprescindible entenderlo en su totalidad para poder firmar con todo el conocimiento de los beneficios y consecuencias en caso de no cumplir.
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