Artículo elaborado por María Inés Elgueta / Psicóloga Clínica

Para muchas personas, los días comienzan con carreras, sin desayuno, noticias y largas horas de tráfico.  Estas mismas personas, terminan su día agotados, sin ánimos, algunos inclusive, sin compartir con su familia, es decir, su cuerpo está allí junto a ellos, pero su mente vuela lejos, entre recuerdos, responsabilidades, culpas y preocupaciones.

Alguna vez te has preguntado ¿De 1 a 10 qué tan pleno te sientes? ¿Te sientes feliz?

Vivimos en un mundo con prisa.  Tenemos rutinas agotadoras, y nada de tiempo para el auto cuidado.  Vivimos en un constante cambio, y uno de los cambios positivos que hemos desarrollado como seres humanos, es la importancia que debemos prestarle al bienestar emocional para vivir sin culpas y con amor.

Cuando vivimos un día a la vez, vivimos en el presente.  Disfrutamos de cosas que normalmente no apreciamos.  Cosas sencillas, que para algunos hasta pueden sonar absurdas, como tomarte un café admirando un hermoso atardecer, reír con tu familia durante la cena, platicar con tu pareja antes de dormir o simplemente, hacer un recuento de todas las cosas buenas que te sucedieron durante el día.

Cuando vivimos tristes o deprimidos, es porque estamos viviendo de recuerdos, que no nos dejan avanzar.  Pero, ¿Qué lleva a las personas en convertir el pasado en su presente? La Resistencia, cuando nos resistimos a aceptar una realidad, cuando nos negamos a sobreponernos de esas experiencias buenas y malas, decisiones erróneas y personas que se fueron de nuestra vida, estamos en resistencia. No se trata de renunciar y olvidar el pasado.  Se trata de evitar que se vuelva una atadura que te paraliza y te impida disfrutar el presente. Revive esos momentos felices, aprende de las experiencias difíciles, perdona a quien te lastimó y suelta.

Así como hay personas que viven en el pasado, también hay quienes viven en el futuro.  Estas personas están acostumbradas a fijarse en dónde van a caminar en vez de disfrutar sus pasos.  Pensar en el futuro constantemente genera ansiedad, porque vemos las cosas como algo lejano, de lo que no tenemos control aún. Pero, ¿Por qué pensar que lo que está por venir siempre es mejor? Es  tan importante, que en tus proyectos disfrutes el recorrido hasta llegar a tu objetivo final, esto hará realmente que puedas apreciar tu éxito.

Para lograr vivir un día a la vez, y disfrutar al máximo tu presente puedes:

  • Aceptar todo lo que llegue a tu vida; lo bueno y lo malo, todo deja un aprendizaje.
  • Renunciar al control, recuerda que muchas situaciones no dependen de ti.
  • Saborear cada instante y disfrutar con tus seres queridos y amigos.
  • Deshacerte de las ideas preconcebidas, estas barreras te impiden disfrutar la espontaneidad de la vida.
  • Aprovechar cada momento al máximo.

No te quedes atrapado en un tiempo inexistente, disfruta del aquí y ahora.  Levántate cada mañana agradecido por un nuevo día y acuéstate cada noche con un nuevo sueño.  De tal manera que logres un equilibrio entre lo que posees y lo que deseas alcanzar, pero con la gota de motivación que te genera el disfrutar de cada experiencia que hace de tu día algo para recordar.

Vive un día a la vez, sin miedos, sin culpas, sin preocupaciones. Vive un día a la vez, y recuerda que puedes hacer planes, pero no puedes decir los resultados.  Vive un día a la vez y recuerda que el HOY es lo único que tenemos, y está en tus manos en hacer de él algo maravilloso.

María Inés Elgueta
Psicóloga Clínica

 

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