Las empresas viven en un entorno en el que todo ha cambiado y la renovación constante se ha convertido en una dinámica arrolladora. No tomar medidas para mejorar la competitividad, tomando en cuenta la velocidad con las que surgen nuevas tecnologías y con la que los competidores se vuelven más creativos y dinámicos para crear la diferencia.
Para poder implementar algunas estrategias que pueden ayudar a mejorar su competitividad como empresa se debe tener un conocimiento profundo de las tendencias y las dinámicas del mercado, así como una inversión de tiempo y esfuerzo para garantizar la experiencia del cliente sea satisfactoria.
Hay multitud de ámbitos en los que las empresas pueden intentar mejorar su competitividad. Al mejor la competitividad, no sólo se puede obtener una mayor rentabilidad, sino fortalecer y consolidar una marca a futuro, crecer y expandirse a otros mercados, y sobre todo, generar confianza en el público objetivo.
¿Cuál es la reacción de los clientes al comprar un producto? ¿Qué imagen tienen la marca? ¿Con qué los asocian? ¿Cómo es su servicio posventa? Trabajar en esta área es fundamental para que la empresa pueda solucionar sus defectos y posicionarse como un negocio que realmente deja satisfechos a sus compradores; ya que vivimos en un entorno cada vez más personalizado, y en el que además cada vez es más fácil recolectar información de clientes, para ofrecer una experiencia única.
Invertir en la productividad. Pero productividad no es hacer más pero con menos calidad, sino crear una estructura de procedimientos y coordinar equipos de trabajo para que realmente se puedan conseguir los objetivos.
Lo que no se mide resulta muy difícil de mejorar, sin embargo, es posible medir, controlar, monitorizar y mejorar los procesos de trabajo, pero primero tienes que conocerlos, determinarlos y buscar la manera de evitar problemas como el presentismo, el absentismo y la dispersión a la hora de que cada empleado realice sus tareas.
Una empresa que quiera ser competitiva tiene que ser innovadora. Y la innovación pasa por un profundo conocimiento de las necesidades de tus clientes, una investigación exhaustiva y constante de sus productos en el mercado y una inversión adecuada en la gestión y mejor tanto de los productos como de los procesos.
Muchas empresas dependen única y exclusivamente de productos de proveedores, no desarrollan productos. En este sentido, la innovación parece un terreno reservado a las empresas que apuestan por la fabricación de sus propios productos, o que cubren todas las fases de trazabilidad de un producto, por lo que es importante intentar hacer cambios sustanciales que generen valor añadido y que repercutan positivamente en los resultados económicos.
Si la empresa quiere ser competitiva, otra de las claves que se debe tener en cuenta es la necesidad de internacionalizarse o expandirse. No todas las empresas salen a vender en el extranjero, pero hoy día las posibilidades son mucho más atractivas en muchos sectores gracias a las posibilidades que abre el Internet y el comercio electrónico.
Para ser competitivo, se debe replicar el modelo de negocio una vez haya logrado consolidarlo y exportarlo a otros mercados, teniendo en cuenta que se deberá buscar las similitudes y considerar que a veces se puede haber diferencias (culturales, legales, etc.) que pueden hacer el proceso de internacionalización más difícil.
Es esencial que la empresa pueda reducir costes y tratar de hacer más con menos. Cuanta más liquidez y rentabilidad puedas obtener por las actividades empresariales que se estén realizando, generalmente será mejor para el negocio. Ahora bien, no se quiere decir con esto que reducir costes siempre sea la solución; de lo que se trata es de reducir costes innecesarios, tratar de automatizar el mayor número de cosas y obtener ventajas competitivas del uso de la tecnología.
Por último, y no menos importante, uno de los puntos clave para que el crecimiento de una empresa sea efectiva y real ya que en función de si se decide tomar más o menos riesgos financieros, exportar más, cómo enfocar la estrategia de marketing, o el cómo invertir en innovación, formación y en personal, es la elección de la estrategia empresarial y la escalabilidad del modelo de negocio; ya que si la estrategia de la empresa no va en sinergia con el resto de elementos descritos anteriormente difícilmente se podrá conseguir un crecimiento exponencial de la empresa como se espera.
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