Hay una dificultad constante en los propietarios de las Pymes para manejar el financiamiento.

Y esto es porque nos han educado a ver el crédito como un enemigo cuando está lejos de serlo.

El uso de una tarjeta de crédito empresarial suele hacerse sin rigor y disciplina lo que a la larga genera una bola de nieve incontrolable de adeudo. El mal uso es desde que se carga el servicio de dentista de la hija del dueño, la computadora personal de la esposa y hasta las vacaciones del gerente administrativo.

Además de complicar la administración, desbalancea los números de la empresa.

Todos los administradores, independientemente de factores de dimensiones o presupuestos deben saber cómo utilizar tarjetas de crédito en empresas.

Y aquí hay algunas razones para poner barreras entre el crédito personal y el corporativo:

Crear un historial

El historial de crédito de una compañía es un factor de decisión para clientes, inversionistas y organizaciones. Al igual que las personas, es una referencia que puede jugar a favor o en contra.

Si la firma no tiene historial, le está diciendo al resto del mundo que prefiere operar fuera de las estructuras, lo que inspira cierta desconfianza.

Administración de los gastos

Los estados de cuenta de las tarjetas de crédito organizan por sí mismos todos los gastos realizados por fecha, cantidad y concepto.

Eso desahoga la carga de trabajo en el departamento administrativo y ayuda a detectar con mayor facilidad los gastos inadecuados.

Programas de recompensa

Todos los gastos con una tarjeta generan puntos de recompensa que pueden impactar en ahorros valiosos. Dependiendo el tipo de programa, analiza cuál está más comprometido con la dinámica de tu negocio.

De nada te servirá un programa de millas aéreas si nadie viaja. Es mejor optar por un programa de ahorro en combustible o en otro tipo de beneficios.

Personalización

En el esquema se pueden distribuir las tarjetas de manera personalizada y así tener un registro minucioso de qué gasta cada quién, lo que permite un control total sobre los egresos de cada empleado.

De la seriedad con la que se use una tarjeta de crédito empresarial dependerá la línea de crédito, la tasa de interés y hasta las recompensas que esto conlleve.

Consulta con tu asesor y director administrativo cuál es la mejor opción para tu empresa, siempre tomando en cuenta la dinámica de operaciones que tiene.