Los usos de una tarjeta de crédito empresarial pueden ir más allá de la operatividad de una organización.

Las recompensas que otorgan pueden ser usadas para financiar desde descuentos en la anualidad y otros cargos hasta unas vacaciones para un miembro de la firma que no necesariamente sea el jefe.

La empresa exitosa es aquella que comparte sus triunfos con sus integrantes. Así como echó mano del esfuerzo colectivo lo justo es que reparta los beneficios obtenidos. Eso genera un buen clima laboral y fortalece el sentido de pertenencia.

Hay organizaciones que acumulan todos los puntos generados en los programas de recompensa durante todo el año y al final entregan un bono a los mejores empleados. El reconocimiento puede ser a través de un viaje, lo cual promueve la competencia e incrementa la competitividad colectiva.

La mejor forma es que todo el gasto se centralice a través una tarjeta de crédito en empresas, así el administrador controla todos los gastos y beneficios. Es conveniente que los empleados más confiables cuenten con una tarjeta para el pago y adquisición de servicios o productos relacionados con la operación, así se multiplican los bonos y crece el rendimiento.

Gracias a que estos productos crediticios son muy flexibles, quedan al alcance del usuario descuentos, ofertas y beneficios que aunque en algunos casos no sean generados para cuestiones estrictamente laborales, al final todo suma ya que lo mismo pueden usarse para viajes que en cuestiones relacionadas con cómo pagarle a proveedores.

Muchos empresarios le temen a las tarjetas de crédito por las tasas de interés porque desconocen que si pagan sus cuentas antes de la fecha de corte, no generan un solo centavo por este cargo pero sí obtienen los beneficios. Es un negocio redondo.

Antes de contratar un producto de este tipo conviene saber si ofrece las mejores ventajas para nuestro negocio, ya que no todos dan los mismos puntos o millas. Por ejemplo habrá algún banco que dé más beneficios en los viajes internacionales que en los nacionales pero nuestra vocación no va más allá de las fronteras, así que habrá de considerar otra opción.

Asegúrate de que las recompensas puedan ser canjeadas en el tiempo que a ti te convenga y no en el que el banco disponga, pues esto podría generarte otros gastos en lugar de ahorros.

Es importante no perder de vista que las ventajas deben ser para el negocio antes que nada y a partir de ahí impactar en el personal y no al revés.

Si tu pequeña y medina empresa (Pyme) no está generando las recompensas para sí misma, entonces es momento de reconsiderar el paquete en el que estás suscrito y averiguar si hay otros que lo hagan mejor.

¿Ya solicitaste tu tarjeta de crédito empresarial?