Unas finanzas sanas son aquellas que están en números negros y que podrían soportar una contingencia durante por lo menos tres meses. 

Esa es la definición que dan los expertos para calificar tus cifras personales, más allá del dinero que ganes mensualmente. Planear tus ingresos y egresos significa también mantener los pagos cubiertos antes de la fecha límite.

La morosidad afecta todo tu historial y puede echar abajo planes o proyectos futuros. Cuando un usuario se atrasa con el pago mínimo que tiene que hacer de una deuda, la institución a la que le debe puede aplicar sanciones desde económicas hasta legales.

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Según la Organización Mundial de Comercio un préstamo que no se cubre a tiempo puede ser más caro hasta en un 300 % debido a los cargos moratorios y a los gastos de cobranza que incluyen desde la emisión de una carta o recordatorio de pago hasta los honorarios de un despacho legal para recuperar la deuda.

El aumento en la línea de crédito sin previo análisis o aviso puede derivar en un sobreendeudamiento. Esto ocurre más frecuentemente con las tarjetas de crédito. Si el cliente pide u obtiene más crédito de lo que puede pagar, seguramente caerá en retraso.

¿Cómo evitar la morosidad?

Cualquiera  puede caer en impuntualidad, pero con algunas medidas podemos conjurar este estatus. En principio no consideres el crédito como una extensión de tus ingresos, sino como algo que debes devolver tarde o temprano.

No aceptes la extensión del crédito a menos que lo solicites y cuando lo hagas, asegúrate que sea en proporción a lo que puedas cubrir cada mes.

Infórmate sobre las condiciones del préstamo incluso si lo terminas de pagar antes. La mayoría de las instituciones están abiertas a recibir tus pagos adelantados, pero hay algunas otras que pueden hacer cargos por penalización.

Está de más decirlo pero siempre mantente al día con tus pagos. Usa un método con un calendario para que sepas exactamente cuándo debes cubrir tus compromisos y de preferencia hazlo con un par de días de anticipación para evitar cualquier inconveniente.

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En la medida de lo posible, adelanta por lo menos una mensualidad, pues en caso de que te quedes sin ingresos de manera temporal, tendrás al menos ese mes y otros 30 días para ponerte al corriente sin que se desbalancee tu expediente.

Y por último, cuando contrates un préstamo, revisa el contrato y compáralo con las ofertas que hay en el mercado. Nunca está de más considerar más opciones, pero sobre todo no te quedes con ninguna duda antes de firmar.

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