Para muchas empresas llega un momento en el que se ven en la necesidad de solicitar un crédito, ya sea para capitalizarse, expandir operaciones o iniciar un nuevo proyecto, por ejemplo. Estos son una gran oportunidad y una excelente herramienta para ayudar a tu negocio a crecer.
Claro, como cualquier herramienta siempre es bueno conocer algunos tips básicos para aprovecharla al máximo. ¿Cuáles son estos? No te preocupes, solo sigue leyendo porque te lo contamos a continuación.
Cada vez que busques financiamiento para tu empresa debes tener claro cuál es el plazo que más te conviene. Para proyectos de inversión que te generarán ganancia, suele ser mejor uno a largo plazo, como un Crédito Empresarial para Capital de Trabajo, ya que una vez empiece a generar frutos podrás utilizar las ganancias para el pago del préstamo, evitando la descapitalización.
Un crédito a corto plazo es más conveniente cuando el objetivo es garantizar el funcionamiento operativo de tu empresa. Por ejemplo, una línea de crédito revolvente, como un Adelanto de Facturación, te permite financiar gastos operativos como pago de salarios o reparaciones de maquinaria, pagando luego solamente el monto utilizado.
Antes de solicitar un financiamiento es importante que conozcas cuál es la capacidad de endeudamiento de la empresa. Esto se refiere al límite mensual que puedes destinar a pagar una nueva deuda sin perjudicar tu presupuesto. Para calcularlo toma los ingresos mensuales y resta el total de gastos, el 40% de tu resultado es tu capacidad de endeudamiento.
Este monto es tu límite y pagar más de esta cantidad puede poner en riesgo la facilidad de la empresa al adaptarse financieramente a imprevistos.
Cuando obtienes un financiamiento, lo siguiente en tu lista de prioridades es cuidar la liquidez de la empresa. Esto se refiere a mantener un flujo de efectivo que te permita hacer los pagos periódicos para saldar la deuda. Por eso, es importante rediseñar el presupuesto para evitar perder dicha liquidez ante algún imprevisto.
Al momento de solicitar algún tipo de financiamiento, seguramente ya tienes un monto exacto de lo que necesitas. A ese dato, es buena idea sumarle entre 5 y 10 % para que, en caso tu proyección cambie por algún motivo, tengas un margen de flexibilidad. Solo ten en cuenta que no debe ser demasiado lo que agregas, de lo contrario podrías estar aumentando tu deuda de forma innecesaria.
Uno de los principales problemas con los que se topan muchos administradores es la confusión frente a los intereses. No es que la idea sea complicada, sino que muchas veces no conocen cuál es el tipo que aplica al crédito que solicitaron, ya sean fijos, variables o mixtos.
En este caso no hay secreto, lo mejor es preguntar directamente. No solo aclararás cuál es el tipo de interés, también resolverás las dudas de cómo funciona. Así, tendrás el conocimiento y el control sobre cómo puede cambiar tu deuda y cómo evitar que aumenten dichos intereses.
Un buen administrador sabe que los diferentes tipos de financiamiento empresarial que existen en el mercado son excelentes herramientas para apoyar el crecimiento de un negocio. Como tal, saber aprovecharlas al máximo es algo imprescindible. Con estos tips estarás en buen camino para lograrlo y encontrar el impulso económico que necesitas.
Si estás pensando que ya es momento de solicitar un Crédito Empresarial para Capital de Trabajo o conocer cuáles son las opciones que tienes de financiamiento, hazlo con el respaldo de Banco Industrial. Solo haz clic en la imagen de abajo y uno de nuestros asesoraes se pondrá en contacto contigo.