¡El reto educativo!

El reto educativo se demarca en dar respuesta al acceso, prevenir el abandono y deserción escolar que se agudiza ante la pandemia COVID-19. De acuerdo con el pronunciamiento de la UNESCO, es, “un desastre generacional sin precedentes en la historia de la educación”.

En Guatemala la educación es obligatoria hasta el noveno grado (tercero básico); sin embargo, casi el 40% de los estudiantes que termina la educación primaria abandona la escuela antes de completar dicho grado. La evidencia global indica que los jóvenes que abandonan la escuela anticipadamente, en promedio, ganarán menos y experimentarán más desafíos sociales y económicos que sus pares con más años de educación[1]. La deserción escolar es un fenómeno complejo, impulsado por múltiples factores que llevan a los jóvenes a ingresar o dejar la escuela primaria a lo largo del tiempo. Una de las más importantes y difíciles preguntas a responder es, ¿quién tiene más probabilidades de abandonar la escuela? Uno podría suponer que la deserción se produce solo en las escuelas particularmente de áreas desfavorecidas, o entre estudiantes con características específicas. Sin embargo, el abandono escolar no es fácil de ser identificado por elementos únicos.

En Guatemala, más de la mitad de los estudiantes de sexto grado abandonan la escuela antes de iniciar la enseñanza de la secundaria. En diciembre 2020 la Dirección General de Evaluación e Investigación Educativa (DIGEDUCA) del Ministerio de Educación presentó de forma oficial los resultados de la evaluación PISA-D para conocer qué saben y qué pueden hacer los jóvenes fuera del contexto escolar y si están preparados para ingresar al mundo laboral. Esta información reveló que: i) 1 de cada 10 jóvenes entre 14-16 años, se encontraba estudiando en el ciclo de nivel primario (población en sobreedad), ii) 4 de cada 10 se encontraban fuera del sistema educativo, iii) 5 de cada 10 jóvenes estaban en el nivel medio, es decir, en ese rango de población. Sumado a lo anterior, la evaluación reveló que las mujeres ingresan en menor proporción al sistema educativo. También reveló que los hombres y mujeres de 15 años que no están en el grado esperado o fuera de la escuela, demuestran carencia de habilidades en lectura y matemática, debajo del nivel esperado según estándares establecidos por objetivos del milenio.

Sumado al abandono escolar que ocurre en el país frecuentemente, la presencia del COVID-19 interrumpió la educación de toda una generación. Las estadísticas proporcionadas por la UNESCO muestran que casi 1,600 millones de estudiantes de más de 190 países, que significa el 94% de la población estudiantil del mundo, se vieron afectados por el cierre de las instituciones educativas en el momento más álgido de la crisis, especialmente en grupos de estudiantes más vulnerables porque, no cuentan con medios electrónicos, ni dispositivos que les permitan continuar estudiando en casa y a distancia, en tanto el abandono escolar se agudiza con el riesgo de no volver nunca a las escuelas. Según la UNESCO es “un desastre generacional sin precedentes en la historia de la educación”. Según las mismas proyecciones, el nivel de Primaria podría perder el 0.27% del estudiantado y el de Secundaria, el 1.48%, lo que equivaldría a 5.2 millones de niñas y 5.7 millones de niños que dejarían los estudios en ambos niveles. Encontrar respuesta a esta crisis, es responsabilidad de todos los sectores con alianzas, innovación y solidaridad. En esa búsqueda la Fundación Ramiro Castillo Love y ACUDE, en alianza con el Ministerio de Educación a través de la Dirección de Educación Extraescolar, desarrollan el programa de educación alternativa Me Educo, para asegurar la atención de población de niños en sobreedad, jóvenes y adultos que se encuentran fuera del sistema educativo. Para este año 2021 nos hemos trazado la meta de brindar atención educativa en la modalidad a distancia a 4,044 educandos tanto de Etapa Inicial como de la Primera y Segunda Etapas de Primaria Acelerada, en 13 municipios de 5 departamentos de la República. Los departamentos a cubrir son Chiquimula, Jalapa, Sacatepéquez, Sololá y Totonicapán.

[1] Según el Banco Mundial en su Blog publicado en Education for Global Development a finales del año 2019.