El Instituto de la UNESCO para el Aprendizaje a lo Largo de la Vida (UIL), publicó en 2020 su 4to. Informe Mundial sobre el Aprendizaje y la Educación de Adultos (GRALE), denominado: “No dejar a nadie atrás: Participación, equidad e inclusión”. El informe presenta los resultados de una encuesta realizada en 159 países, incluyendo Guatemala. El objetivo fue monitorear el progreso en el Aprendizaje y la Educación de Adultos (AEA) en las áreas de políticas, gobernanza, financiamiento, calidad, participación, equidad e inclusión. Los resultados indicaron que en políticas un buen número de países mostraron logros significativos, sin embargo, también hubo otros países con retrocesos. En gobernanza hubo avances en cooperación y coordinación intersectorial.
El financiamiento que los países asignan para la atención a la educación de adultos es uno de los resultados que más llama la atención, un 41% reportó no haber tenido mejoras e incluso, el 17% tuvo una disminución. En calidad, el 75% mostró progreso en aspectos del currículo, métodos de enseñanza y desarrollo de materiales. En educación para la ciudadanía no hubo avances, solo el 2% de los países indicó mejoras. En participación, 66% reportaron datos, pero países mayormente de ingresos bajos no tenían conocimiento del tema. Es decir, se sabe poco de la cobertura real y con más énfasis en grupos minoritarios o migrantes. Finalmente, en equidad e inclusión, aunque la participación de las mujeres aumentó, aún existe falta de acceso a la educación y al mundo laboral. Los retos son mayores cuando se habla de personas con discapacidad o que viven en el área rural.
El informe muestra que aún existen desafíos por resolver, sobre todo en financiamiento y cobertura y Guatemala no es la excepción. De acuerdo con datos del proyecto Leer y Aprender en 2018, cerca de 2.4 millones[1] de personas entre 13 a 24 años podían necesitar educación extraescolar, aunado a ello, en 2020 se calcula que casi 1.5 millones[2] de niños, adolescentes y jóvenes en edad escolar no estaban asistiendo a un centro educativo. Esta situación pudo verse afectada por la pandemia por COVID-19. El Ministerio de Educación (MINEDUC) destinó en 2020 a educación extraescolar el 0.51 %[3] (Q85.8 millones) del presupuesto total ejecutado y en 2021 se planificó un 0.67 %[4] (Q117 millones). Para atender a la población que demanda los servicios educativos alternativos es de suma importancia aumentar los esfuerzos tanto del Gobierno como de todos los sectores del país.
El aporte de la Fundación Ramiro Castillo Love ha sido relevante y continuo
El aporte de la Fundación Ramiro Castillo Love ha sido significativo y permanente durante más de 28 años a la formación de miles de niños en sobreedad, jóvenes y adultos a quienes se les ha brindado la oportunidad de reincorporarse al sistema educativo a través de una educación, alternativa (primaria acelerada), la cual incluye una formación funcional e integral con los proyectos productivos y capacitación tecnológica. Actualmente, la Fundación en conjunto con la Asociación para la Cultura y el Desarrollo (ACUDE) y el MINEDUC está desarrollando el proceso educativo para la atención de la meta de 4,044 educandos de 13 años en adelante, en los departamentos de Chiquimula, Jalapa, Sacatepéquez, Sololá y Totonicapán.
[1] Proyecto USAID Leer y Aprender (2019). “Modelo estadístico para estimación de servicios de educación extraescolar. Informe final del diseño y aplicación”. Guatemala.
[1] Elaboración propia con base en datos del Sistema Nacional de Indicadores Educativos del MINEDUC.
[1] MINFIN (2020). “Ejecución y liquidación presupuestaria 2020”. Gobierno de Guatemala. Guatemala.
[1] MINFIN (2021). “Presupuesto aprobado del MINEDUC 2021”. Gobierno de Guatemala. Guatemala.