Puede que pienses que tu jefe ya sabe estas cosas o que no le importan. Pero lo más probable es que no sepan lo que necesitas, y compartirlo les ayudará a apoyarte mejor.
Información que te falta o no entiendes.
Es fácil que tu jefe asuma que tienes el contexto suficiente para comprender el razonamiento que hay detrás de una nueva gran iniciativa, un cambio estratégico o cualquier otro cambio significativo, aunque no lo tengas. O que se olvide de comunicarte una noticia importante. En cualquier caso, te quedas a oscuras.
En lugar de sumirse en una confusión silenciosa, habla. Tu jefe puede explicarte mejor las decisiones, y tú puedes hacer preguntas aclaratorias para hacer mejor tu trabajo. También ayudas a tu jefe a calibrar las comunicaciones futuras.
Cuando pida aclaraciones o más información, adopte un tono cálido y curioso en lugar de acusador.
Y ten en cuenta cuándo planteas tu pregunta. Puede que merezca la pena plantear una pregunta sobre la estrategia, los objetivos o los procesos de la organización en una reunión de departamento, pero ten cuidado de no poner a tu jefe en un aprieto. Los temas delicados, como la retribución o los ascensos, es mejor tratarlos en una reunión individual.
Problemas estructurales que no puedes resolver sin su ayuda.
Los retrasos de otro equipo pueden hacer que se pierda un plazo. Un cambio iniciado por los dirigentes de la empresa está creando insatisfacción en los clientes. Un líder de otro departamento te pide que priorices tareas que perjudican los objetivos de tu jefe.
No hay por qué avergonzarse de dar la voz de alarma cuando uno se enfrenta a retos que van más allá de su función, poder o capacidades. Es mejor pedir ayuda a tu jefe antes de que tu frustración se desborde o el daño sea irreparable.
Cuando hables con tu jefe, aclara cuál es el problema, explica los esfuerzos que has hecho para resolverlo, enfatiza tu intención positiva y evita culpar a otros. Si lo considera oportuno, sugiera posibles pasos a seguir. Por ejemplo:"El equipo está entusiasmado con la nueva dirección estratégica que está tomando la empresa, pero algunos clientes están confundidos con nuestro nuevo mensaje. ¿Puedo compartir los comentarios de los clientes que hemos recibido y algunos enfoques alternativos que podríamos presentar al equipo ejecutivo?"
Cómo inviertes tu tiempo.
Tanto tú como tu jefe queréis que emplees bien tu recurso más valioso: el tiempo. Tu jefe no necesita que le cuentes tu jornada minuto a minuto, pero debe tener una idea clara de en qué estás trabajando. Para mantenerle informado:
Puede que tu jefe no te pregunte de forma proactiva sobre tus intereses y objetivos de desarrollo, pero eso no significa que no esté interesado en tu crecimiento. Puede que estén ocupados con otros asuntos o que piensen que cuando quieras hablar de tu carrera, sacarás el tema.
Compartir lo que te gusta y cómo quieres crecer puede ayudar a tu jefe a asignar trabajo y a detectar oportunidades que se ajusten a tus aspiraciones. Cuando consigas trabajar en algo que te entusiasme, expresa tu agradecimiento: "Gracias por darme la oportunidad de trabajar con el equipo de UX en esas entrevistas con clientes. La UX es un área que me interesa y he aprendido mucho colaborando con ese grupo."
Y sé sincero y oriento a las soluciones sobre lo que no es tan bueno: "Me he dado cuenta de que participar en proyectos de UX no me motiva tanto como el análisis de datos que hago. ¿Estarías abierto a discutir cómo podría ajustar o mejorar la parte de UX de mi papel?"
Durante las reuniones individuales con tu jefe, dedica tiempo a determinar los objetivos de desarrollo y a elaborar un plan para avanzar en ellos.