En esta emisión de InBItados, Banco Industrial, siempre de tu lado, regala una charla deliciosa con la coach Alejandra Llamas donde muestra la manera alcanzar una vida en armonía y bienestar a través de los actos del lenguaje: pedir, prometer, declarar y aseverar.
Alejandra Llamas, coach y consultora de vida, es conductora de podcast, autora de libros y promotora de seminarios sobre crecimiento personal. Promueve estrategias para renacer y surgir hacia una nueva vida. Conversó con Verónica de León Regil sobre la importancia en este tiempo de resurgir integrados hacia la armonía y bienestar.
Aconseja la práctica de relacionarse con el entorno, y reconocer que el ser humano no es sus circunstancias. Si esto es así, en esta época, ¿qué se puede hacer? La respuesta está en el Proceso MMK que Alejandra promueve, que se basa en elegir y trabajar en un propósito del ser. Entre ellos, la paz, el amor, la armonía, la luz, la confianza.
Cada mañana la vida entrega un amanecer y, cuando llegan los pensamientos, la persona debe mantenerse congruente a su propósito. Alejandra eligió trabajar la paz. Se formó el hábito de desechar los pensamientos que la alejan y busca otro que se alinea con la paz. En esta época de crisis elige a qué le da cabida dentro de ella.
El lenguaje condiciona y limita emocionalmente a las personas. Coloca unos lentes por donde se percibe la vida. El ser humano escoge una opción negativa, de sufrimiento, carencia, victimización, queja o enojo. Para triunfar, se deben remover estos lentes y recibir el regalo que es la vida. Pero, como asegura la coach, no es fácil.
La clave es comprender que las personas no reaccionan ante lo que pasa, sino ante lo que piensa y cree que va a pasar. Entonces, este lenguaje es el espacio donde se encuentra el estado emocional que abre la posibilidad de producir un cambio, como abrir proyectos pendientes o terminar una relación dañina. Este espacio se moldea al usar el lenguaje de manera asertiva y consciente.
El lenguaje como una herramienta de poder y de creación, afirma Alejandra, implica estar consciente del entorno y utilizar los cuatro actos del lenguaje que construyen la percepción y el futuro de lo que una persona desea ser:
La reflexión final de Alejandra es sobre las conversaciones colectivas. Están sembradas en culpar, en atacar, en la queja y en la victimización que generan un entorno negativo hacia los gobernantes y el país. Invita a cambiar conscientemente el lenguaje y trabajar esa parte personal que produce esos escenarios negativos para alcanzar una vida de armonía y de bienestar.