Si estás esperando a que todo se calme, te espera una larga espera. El cambio no se detiene.
No es algo malo. De hecho, es una oportunidad para diferenciarse de tus compañeros, siempre que dejes de pensar en el cambio como algo que tiene que superar y empieces a pensar en él como algo que haces. Todo el tiempo. Para afrontar cada cambio con más confianza, menos estrés y mejores resultados, aplica estas cuatro tácticas.
1. Observa cómo reaccionas, y luego esfuérzate por comprender mejor el cambio.
Es humano tener una reacción emocional ante el cambio (por ejemplo: " ¡Esto va a ser increíble!" o " Este cambio no tiene nada que ver conmigo " o " Esto es un desastre a punto de ocurrir"). Pero tu reacción en el momento casi siempre se basa en una comprensión incompleta del cambio. Cuando desafías tu reacción, haces posible que pienses en las cosas por ti mismo o que busques diferentes perspectivas.
Pruébalo cuando:
La primera vez que oyes hablar de un cambio
Si tu primera reacción es negativa (por ejemplo, crees que la fusión fracasará), piensa en tres posibles resultados positivos. Si tu primera reacción es positiva (por ejemplo, crees que la fusión será perfecta), piensa en tres posibles escollos. Si eso resulta difícil, busca a otras personas cuyas opiniones puedan diferir de la tuya y pídeles explícitamente que rebatan tu pensamiento (por ejemplo, "Me cuesta ver cómo esta fusión va a ser buena para nuestra empresa. ¿Qué ventajas ves tú?").
Se encuentra con un obstáculo al aplicar un cambio
Digamos que tu equipo está desarrollando un nuevo producto para un nuevo mercado. Presenta el prototipo del equipo a un grupo de discusión. Y fracasa. Obviamente, te sientes frustrado después de todo el trabajo que todos han realizado. Pero considera: Nunca has hecho esto antes. ¿Realmente creías que lo ibas a conseguir a la primera? Pregúntale a tu equipo: "¿Qué puede decirnos este contratiempo sobre lo que debemos intentar a continuación?" Si tú y tu equipo tienen problemas para averiguarlo por vuestra cuenta, ¿quién puede tener ideas para seguir adelante?
Quieres renunciar a un cambio.
Si pasas por suficientes pruebas y errores, puede ser tentador tirar la toalla. Recuérdate a ti mismo tu propia capacidad de recuperación preguntándote: ¿Cómo de dura es mi situación actual en comparación con otros retos a los que me he enfrentado?Cuando veas el momento en el contexto de tu experiencia vital general y que has superado momentos difíciles antes, te abrirás a la motivación para seguir adelante.
2. Sé curioso
La curiosidad es una superdestreza del cambio. Cuando piensas en una persona curiosa, probablemente no la imaginas estresada, pesimista y desinformada. Lo más probable es que pienses que están ansiosos por aprender cómo funcionan las cosas, por resolver problemas cuando se encuentran con obstáculos y por aprovechar las oportunidades que presenta el cambio. La curiosidad también puede reducir el estrés al ayudarte a pensar con claridad en su reacción emocional ante el cambio.
Pruébalo cuando:
Las cosas no van bien
Si tienes problemas con un cambio, empieza a preguntarte por qué, y sigue preguntando hasta que encuentres una respuesta. ¿Son tus expectativas poco razonables? ¿Te sientes incómodo con la incertidumbre? ¿Te preocupa tener que desarrollar una nueva habilidad o mejorar una relación laboral clave?
Las cosas van bien
Digamos que el nuevo software de seguimiento de ventas de tu empresa es un éxito porque reduce drásticamente el tiempo que tu equipo dedica a registrar las interacciones con los clientes. Pero también descubres que el nuevo software hace un seguimiento de las interacciones con los clientes que el antiguo software no podía. Es entonces cuando hay que preguntarse: ¿Qué es posible ahora? ¿Qué información sobre sus clientes ofrece? ¿Cómo podría actuar sobre ellos?
Las cosas parecen tranquilas.
Para prepararse para el próximo cambio que está a la vuelta de la esquina, aprovecha tu curiosidad y piensa en lo que tus clientes podrían necesitar a continuación o hacia dónde se dirigen las tendencias del sector. También puedes preguntarte: ¿Qué podemos hacer mejor? No tiene por qué ser un gran descubrimiento, tal vez sólo eliminar una reunión innecesaria. La innovación suele provenir de pequeñas mejoras incrementales que se acumulan con el tiempo.
3. Aleja el zoom para recordar por qué es importante el cambio, y acércalo para averiguar el siguiente paso
Pruébalo cuando:Para navegar con éxito por el cambio hay que ver tanto el panorama general (por ejemplo, el futuro más brillante de una organización más eficiente, una mayor cuota de mercado) como lo que está justo delante de ti (por ejemplo, el día a día de la creación de una nueva presentación de ventas, el aprendizaje de un nuevo software). Al igual que un marinero, tienes que conocer tu destino y mantener el rumbo en el camino.
Estás en la brecha por un cambio
Digamos que tu empresa decide presentar un proyecto a un posible nuevo socio que podría duplicar el tamaño de tu negocio. Pero el proceso de la propuesta revela otros problemas que te gustaría solucionar: revisar las normas de accesibilidad, contratar a dos nuevos gestores de proyectos... espera, ¿no se supone que sólo estabas escribiendo una propuesta? Es el momento de ampliar el alcance: ¿Cuál es el objetivo final? Ganar el proyecto. Para ello, tienes que terminar esa propuesta. Ahora, acércate: ¿Cuál es el siguiente paso para terminar la propuesta?
El cambio tiene que cambiar
Imagínese que tu empresa está realizando un cambio estratégico para fomentar el contacto cara a cara con los clientes. Entonces llega una pandemia. El camino que llevaba la empresa se vuelve imposible. Es el momento de alejarse: ¿Por qué más contacto cara a cara en primer lugar? ¿Hay otra forma de lograr ese objetivo, como aumentar la frecuencia de las conexiones virtuales con los clientes? Ahora, haz un acercamiento: ¿Cuál es el primer paso que hay que dar para crear más conexiones virtuales con los clientes?
4. Comprometerse plenamente (y volver a comprometerse) con el cambio
Una parte fundamental para ser bueno en el cambio es comprender que el cambio suele ser difícil e incómodo, y que hay que volver a comprometerse continuamente para que funcione, sobre todo después de encontrarse con obstáculos. Cuando sientas que tu compromiso flaquea, averigua por qué y luego decide qué hacer al respecto.Si no te comprometes con un cambio porque te preocupa que pueda fracasar, eso puede convertirse en una profecía autocumplida al dar menos de lo que puedes (y luego decir: "Ves, sabía que esto no iba a funcionar").
Pruébalo cuando:
El cambio comienza
Aunque seas escéptico, la mejor manera de comprobar si un cambio es una buena idea es hacer todo lo posible para que se produzca. Sigues haciendo preguntas para tener claro lo que el cambio pretende conseguir. A continuación, empuja para ponerlo en práctica de la manera que crees que debe ser implementado y da un esfuerzo honesto.
Sientes que no has hecho ningún progreso
Si te has esforzado al máximo y el cambio no parece funcionar, es comprensible que te sientas desanimado, pero puede que tengas que ampliar tu definición de "progreso". Todo lo que has aprendido sobre lo que no funciona puede ayudarte a encontrar lo que sí Es cuestión de hacer ajustes y volver a intentarlo hasta encontrar una solución.
Dudas si el cambio merece la pena
Puede que tengas que volver a revisar las tácticas anteriores de este artículo: ¿Estás viendo sólo los aspectos negativos del cambio? ¿Necesitas sentir curiosidad por los posibles nuevos enfoques? ¿Ha perdido de vista los objetivos finales? ¿Puedes acercarte para averiguar el siguiente paso que debes dar? Hacerte este tipo de preguntas puede ayudarte a redescubrir tu motivación para que el cambio tenga éxito.
Si has hecho todo lo posible por entender el cambio y sigues sin poder comprometerte, es posible que tengas que hacer un cambio por ti mismo. Tal vez tu organización se está moviendo en una dirección que no se alinea con tus intereses o valores profesionales. La buena noticia es que, sea cual sea el cambio al que te enfrentas, ahora estás mejor equipado para elegir el mejor camino a seguir, para ti.
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