La Cascada Encantada que se encuentra en Chilascó, significa "Montañas Oscuras",  y se esconde en un bosque de cuento, es el salto de agua más alto de Centroamérica.

 El bosque nuboso de Chilascó se encuentra a 1,880 metros sobre el nivel del mar, en Baja Verapaz, pudiéndose escuchar en la lejanía el bramido apagado del agua, sin poderse ver, ya que la niebla se ha filtrado en el bosque y juega a un espectáculo de sombras chinescas con la luz, hasta el punto de que las brujas perversas, los héroes magníficos y los seres mitológicos se convierten en realidad.

Los cipresales y pinares del camino se van cerrando en un bosque profundo y melancólico mientras se avanza hacia el Salto de Chilascó.  En el corredor biológico que une la Sierra de las Minas con el Biotopo del Quetzal, se derrama la caída de agua más alta de Centroamérica, con 130 metros de altura.

Sin embargo, la estadística se convierte en un dato opaco cuando se camina por la niebla en busca de una cascada encantada, ya que como explica un agricultor del lugar de 70 años: "si el visitante tiene un deseo, se tiene que quedar en ese lugar desde las 11 hasta la media noche", habiendo sido la persona que por primera vez llevó hasta la catarata a unos turistas, hace 25 años.

Mágico o no, el Salto bien merece una excursión de un día.  El camino en el bosque es escarpado, siendo necesario llevar agua, comida y traje de baño, si se desea probar las aguas del Río en El Saltito, una caída de 70 metros rodeada de pozas naturales.

Para llegar a este lugar se debe tomar la Carretera a Cobán en el kilómetro 144.5, tomando una pista de terracería de 12 kilómetros para llegar a la comunidad de Chilascó, y una vez estando en ese lugar, hay que recorrer cuatro kilómetros de pronunciadas pendientes hasta llegar al Salto.

 Fuente: Deguate.com y Revista D