¿Cómo ser un excelente papá a distancia?

01 / 06 / 2017

Qué más quisiéramos que tener a la familia cerca, saber que llegamos de trabajar y alguien nos está esperando. ¡Ah!, la cena familiar, ese momento en el que nos contamos cómo transcurrió el día…

Pero, a veces, la necesidad nos conduce por caminos inesperados, nos arranca de nuestro núcleo porque pesa lo urgente sobre lo importante. Hay que pagar facturas, poner el pan en la mesa, vestirnos, en fin. Y partimos lejos, en busca de las oportunidades que no hemos tenido en nuestra propia tierra, dejando atrás a los hijos, para ofrecerles un futuro mejor sin olvidarlos.

¿Qué podemos hacer para que nuestros hijos siempre nos tengan presentes? ¿Cómo mantenemos una plática fluida a pesar de la distancia? Sí, es duro. Es difícil. Pero hoy, gracias a internet y a los adelantos en comunicación, podemos acortar distancias y casi tener a la familia al alcance de un abrazo. Y, como todo en la vida, la separación también tiene su lado bueno si la sabemos aprovechar.

A continuación, te ofrecemos algunas ideas para mantener y estrechar el indispensable e irremplazable lazo padre-hijo en la distancia:

Primero que todo, no te culpes y no permitas que tus hijos lo hagan. Nunca olvides que el motivo de tu partida es mejorar en todos los aspectos tu vida y la de tu familia.

Mantén una buena comunicación con la persona a cargo de tus hijos en tu país natal (mamá, abuelos, tíos, padrinos). Ellos te compartirán una visión más objetiva, la que podrás complementar con la de tus hijos. Y conserva tu autoridad en los asuntos de mayor importancia, que se abordarán conjuntamente con la persona a cargo.

Estimula las pláticas sinceras. Deja que tus hijos expresen sus temores y sus sentimientos. Mantén la calma y recuérdales que el sacrificio de estar distantes será recompensado con una vida mejor y más solvente en el futuro.

Aprovecha al máximo la tecnología que tengas a tu alcance. Usa el correo electrónico para enviarles mensajes cariñosos y alegres, mucho mejor si es a diario o con la mayor frecuencia que puedas.

Utiliza las aplicaciones de mensajería instantánea con opciones de chat y video para promover los diálogos en grupo o por separado, en los que se puedan ver como si estuvieran sentados uno frente al otro.

Es fundamental que puedas observar los gestos y otras expresiones físicas de tus hijos mientras platican, porque estas refuerzan o niegan sus palabras. Pregunta, pregunta y pregunta todo lo que quieras saber, aunque al principio debas sacarles las palabras poco a poco. Ya se acostumbrarán y comenzarán a preguntarle por tu vida. El ejemplo lo pones tú.