El pasado 10 de febrero fue aprobada por el Congreso de la República la Ley de Leasing, luego de varios años de estar en discusión. Esta forma parte del paquete de iniciativas que buscan beneficiar y generar desarrollo en el área económica. El Decreto 2-2021 entró en vigencia el pasado 2 de junio.

La Gremial de Leasing ha elaborado cálculos preliminares que indican que de la cartera total de créditos en el país de Q205 mil millones en 2020, 4.9% representan operaciones financieras de arrendamiento. Con la vigencia de esta normativa que ayudará a regular las operaciones, este margen pueda crecer a mediano plazo de Q13 mil millones a Q15 mil millones según nota publicada en Prensa Libre con fecha 12 de febrero del 2021.

Uno de los beneficios puntuales será la generación de liquidez sobre todo a las pequeñas y medianas empresas. Esto asegura la recuperación de activos a las arrendadoras y poder adquisitivo a los empresarios que contarán con cuotas y no pagos al contado. Además de la certeza legal que existirá a partir de esta ley, habrá igualmente un proceso de educación y conocimiento para que los tomadores de decisiones conozcan este tipo de operaciones como una nueva alternativa financiera.

Este mecanismo ofrece como principal atractivo flexibilidad de pago diferente a la que normalmente se obtienen con un financiamiento tradicional. Esto añade eficiencia para cubrir necesidades de corto, mediano y largo plazo. Lo que creará diversidad oportunidades y una mejor competencia en el sector financiero. Los bienes que pueden ser objeto de leasing son amplios, y que pueden adquirirse mediante este financiamiento para ser herramientas de trabajo productivo, sin que el inversionista tenga que sobrepasar la carga de adquisición inicial.

Este movimiento sin duda ofrecerá dinámica en toda el área comercial haciendo a los diferentes actores del mercado más aptos a la adquisición de este tipo de contratos.