En medio de un contexto de confusión e incertidumbre, llega el momento de la reflexión.
Hemos ido apreciando que la crisis del COVID—19, en algunos casos, ha sacado o potenciado lo mejor del tejido empresarial; es en ese sentido que surge la siguiente cuestión: ¿podría ser el mismo COVID—19 una luz hacia la mayor adopción de una verdadera Responsabilidad Social Empresarial (en adelante “RSE”)? Desde su núcleo y con un compromiso más retornado a la sociedad.
Sobre la base de los antes planteado, resulta relevante traer a colación y de manera preliminar que la RSE inspirada en valores éticos y principios, ha ido evolucionando de manera progresiva y por ello no encuentra un concepto unitario y la doctrina así como los diversos instrumentos internacionales en calidad de normas de Soft law -tales como las Líneas Directrices de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico para Empresas Multinacionales - han ido construyendo algunas definiciones de lo que podemos entender por RSE a partir de un enfoque amplio y pluridimensional, a su vez se denota cierto consenso al señalar que la RSE desde el núcleo de la empresa, es un compromiso voluntario y activo que supera la filantropía e integra dentro de las estrategias empresariales las preocupaciones sociales, medioambientales, laborales, entre otras; con el objetivo de lograr permear todos los niveles de la empresa permitiendo su sostenibilidad a mediano o largo plazo
Ahora bien, el actual panorama nos permite observar que el Estado ha ido interviniendo desde diversas vertientes para mitigar los impactos sobre todo sociales que dejará esta crisis sanitaria. Sin embargo, cabría preguntarse también sobre qué sucede cuando el Estado no puede solo o sus capacidades son muy escasas; dicha circunstancia, por un lado, ha generado como resultado el destaque del importante rol que asumen las empresas y sus innovadores modelos de negocio en base a estructuras de solidaridad social que incluyen los deberes recíprocos. Ello a través de sus acciones inmediatas frente a los problemas que la sociedad hoy desafía, generando un impacto positivo tanto para el desarrollo de la empresa como para la comunidad en donde se desenvuelve.
Con relación a lo señalado en líneas anteriores, no debemos olvidar que si bien una de las principales funciones que tradicionalmente conocemos de la empresa es la económica, destinada a la generación de utilidades para sus accionistas y en consecuencia una mayor rentabilidad; resulta sumamente necesario que las mismas tomen conciencia y adopten políticas de RSE para favorecer no solo su competitividad o buen posicionamiento en el mercado, sino también un verdadero desarrollo sostenible de la sociedad y la propia empresa; redefiniendo y trascendiendo una antigua percepción de empresa para ser visualizada como un sistema vivo y motor de desarrollo frente a una sociedad que siempre ha pedido responsabilidades.
Sin duda, el impacto de la pandemia en la RSE será un impulso que llevará a la mayor adopción de una RSE positiva y transparente en su gestión, dejando de lado a una vieja RSE concentrada en marketing social y menos compromiso real.
Nos toca enfrentar un futuro en donde el impulso de la consciencia social basada en valores y compromisos reales, será cada vez menos subsidiario y la RSE no solo será un tema de discurso, sino de acciones que reflejen la capacidad de las empresas de crear valor compartido a la luz de un liderazgo ético como una pieza clave en la difícil tarea de dirección y gestión.
Ahora bien, con lo manifestado hasta este punto no pretendo asegurar que solo las empresas pueden complementar el actuar del Estado, sino también la Responsabilidad Social debe ser desarrollada activamente por las organizaciones públicas, organizaciones privadas y hasta la propia sociedad.
A continuación, algunas situaciones que se pudieron apreciar en el Perú durante la coyuntura actual, que dan cuenta sobre cómo no solo las empresas han puesto en evidencia la importancia de la Responsabilidad Social y la solidaridad con el objetivo de contrarrestar esta crisis frente a una sociedad que siempre ha exigido responsabilidades:
- Podemos aprender demasiado de las antiguas sociedades y cómo su conocimiento se ha visto materializado a través de diversas respuestas locales a contrariedades mundiales, por ello tendría que citar a Eduardo Galeano cuando asevera que “mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo”.
- Un grupo de ingenieros e investigadores de la Pontificia Universidad Católica del Perú, fabricaron ventiladores pulmonares de bajo costo y rápida implementación, ello con la finalidad de poder atender las emergencias originadas por el COVID—19 y hacer frente al tan saturado sistema de salud. Asociado a ello y según lo señalado en el mismo Portal de Noticias, se encuentra a libre disposición un consultorio jurídico virtual, en donde se atienden consultas legales gratuitas respetando el Estado de Emergencia declarado por el Gobierno
- Por su parte, el Estado Peruano a pesar de la falta de previsión normativa, ha ido promoviendo diversas medidas, algunas para salvaguardar a las unidades empresariales con el fin de mantener la liquidez sin distorsionar la competencia y la ruptura de la cadena de valor. Entre dichas medidas tenemos las de naturaleza tributaria que consisten en las prórrogas de las fechas de vencimiento de Declaraciones Juradas, deducciones de gastos por mermas y desmedros, entre otras. Frente a ello es importante mantener en pie que las crisis son oportunidades para lograr reactivar el sistema y ordenar los fallos.
Éste es el momento de cumplir con ese compromiso que es asumido por la empresa, que más allá de la propia rentabilidad significa adherirse a los valores que fundamentan la actuación corporativa dando relevancia al bien común; los indicadores materializados en las Memorias de Sostenibilidad o Reportes de Sostenibilidad, deben ser transparentes y reflejar lo que sucede en la realidad.
Banco Industrial y su programa Planillas Bi te brindan tips que te apoyarán en las nuevas tendencias de apoyo para estar bien informados en relación a la Responsabilidad Social Empresarial.