Derivado de la situación económica en la cual se encuentra todo el mundo, la inflación es un tema que debemos abordar, ya que afecta a la región latinoamericana.

Después de una de las peores recesiones en décadas en la región por la pandemia y una lenta recuperación económica, la inflación ha comenzado a incrementar en Latinoamérica, a pesar de una inusual baja inflación que se vio el año pasado.

¿La razón?

Por un incremento en precios de, básicamente, todo.

Como les hemos contado, los problemas en la cadena de suministros, el alza en los precios de transporte y la devaluación de monedas locales por las medidas fiscales que se tomaron durante la coronacrisis han tenido un efecto dominó en los precios, desde el petróleo hasta los limones.

Y como resultado, se ha visto en todo el mundo una tendencia al alza de la inflación.

Para darles una idea, en México se ha dado un alza inflacionaria anual de casi 6 %, la segunda más alta de Latinoamérica después de la de Brasil.

Y según los expertos, esta tendencia va para largo, así que los bancos centrales están teniendo que interceder y aumentar las tasas de interés para poder compensar el incremento inflacionario.

Brasil, México, Chile y Perú, por ejemplo, ya comenzaron a subirlas y se espera que Colombia lo haga en los próximos meses.

¿Por qué es importante?

Conforme la inflación sube, los precios de los bienes y servicios se vuelven más caros, requiriendo más $$$ para comprar los mismos productos.

Si esta tendencia sigue para arriba, las familias que están en apuros podrían ser las más afectadas, volviéndose prácticamente inasequibles los productos esenciales. Como saben, la inflación afecta el poder adquisitivo de la población.

Y para poner las cosas peores, los precios de las materias primas se podrían mantener altos por un buen rato, como les hemos contado, porque los aprietos en la cadena de suministro no serán resueltos a corto plazo.