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Origen de las posadas


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El olor a pino, manzanilla, de aserrín multicolor de los nacimientos y el estruendo de cuetillos, anuncian que las fiestas decembrinas han llegado.

 En Guatemala, éstas dan inicio con la tradición de la Quema del Diablo, el 7 de diciembre, la cual se realiza con el fin de santificar y purificar el camino por donde ha de pasar la Inmaculada Virgen de Concepción, al día siguiente, cuando se celebra su santo día.

A estos festejos, le siguen los de la Virgen de Guadalupe, patrona de América, el día 12 de diciembre; para proseguir, cuatro días después, con las tradicionales posadas, a partir del 16 de diciembre, las cuales simbolizan el peregrinaje de José y María a su salida de Nazaret, en camino a la ciudad de Belén, para esperar el nacimiento del Niño Jesús.

Finalmente, este ciclo festivo decembrino culmina con las celebraciones de Noche Buena, Navidad y Año Nuevo, el 24, 25 y 31 respectivamente.

Las Posadas o Jornadillas, como se les llama en Andalucía, España, de donde proviene esta costumbre, tenían un carácter monárquico por la manera tan ceremoniosa con que se celebraban en los conventos a donde llevaban al Niño Jesús, de celda en celda, para que santificara el lugar, según comenta el historiador Miguel Alfredo Álvarez Arévalo.

En Guatemala, Las Posadas fueron introducidas en el siglo XVI por el Hermano Pedro de Betancourt, quien cantaba estos versos:

"Aunque tan chiquito
este Niño bello,
sepa todo el mundo
que es el Rey del Cielo."

Mientras, conducía la posada por las calles empedradas de La Antigua Guatemala acompañado de los feligreses. Es importante resaltar que el Hermano Pedro realizó algunas modificaciones a esta costumbre española, entre las que se cuentan, por ejemplo, la sustitución de la figura del Niño Dios por las imágenes de San José y la Virgen María, quienes ya no caminarían solamente dentro del convento, sino que lo harían alrededor de toda la comunidad pidiendo alojamiento para el nacimiento del Salvador del Mundo. Así como los cánticos y rezos que acompañan este ritual.

Esta tradición iniciada por el Hermano Pedro en Guatemala, poco a poco, se fue realizando en los países vecinos, adaptándose, posteriormente, a sus propias costumbres.






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