¿Dónde están las personas que tienen cambios de humor de un segundo a otro? Bueno, eso es volatilidad. Y al igual que la volatilidad que a veces uno experimenta, en temas financieros, la volatilidad mide la frecuencia y la intensidad de los cambios en los precios de un activo a lo largo de un período. Otro ejemplo de la volatilidad es lo que sucede con las criptomonedas, cuyos precios son muy impredecibles.
 
El CBOE Volatility Index (VIX), fue creado por el Chicago Board Options Exchange, y es un índice en tiempo real que representa las expectativas del mercado de la fuerza relativa de los precios del S&P 500. Al ser derivado de las opciones de las acciones del S&P 500 con fechas de vencimiento a corto plazo, genera una proyección de 30 días de volatilidad.
 
¿Y para qué sirve medir la volatilidad? Para determinar el sentimiento y el grado de miedo e incertidumbre de los participantes del mercado. Por eso, le dicen el índice del miedo. Al analizar el VIX, hay que considerar una regla general: un valor mayor a 30 indica que hay mucha volatilidad, incertidumbre y miedo entre los inversionistas; mientras que, un valor por debajo de 20, señala más estabilidad y previsibilidad en el mercado.
 
Para darles una idea, cuando inició la pandemia en marzo de 2020 (y que se vino todo el mercado al piso), el VIX llegó a un valor de 82.69, sobrepasando, incluso, el punto más alto de la crisis del 2008.
 
Como saben, recientemente, el mercado ha estado bastante más estable conforme se recuperan las economías mundiales y se reducen los casos de covid. Y si han estado pendientes de nuestros resúmenes de mercados, sabrán que, en general, hay más optimismo en los inversionistas. Como resultado, el VIX ha estado bajando. Ayer, por ejemplo, cerró al rededor de 18, por debajo de 20.
 
Así que ahora ya saben. El VIX les puede dar una buena indicación de cómo pintan las cosas y cómo la mayoría de inversionistas están viendo el mercado.