Iniciar un plan de ahorro es la manera inteligente de estar preparado para emergencias que pudieran afectar a tus finanzas personales.
Todos somos vulnerables a sufrir un suceso inesperado que esté fuera de nuestro control, como la pérdida del empleo, algún evento en que se ponga en riesgo nuestra casa o patrimonio, una enfermedad o un accidente.
No estar preparados para enfrentarlo, puede desequilibrarnos emocional y económicamente.
Para evitar estar en una situación así, debemos plantearnos cómo empezar a ahorrar lo necesario para crear un fondo de emergencias que nos saque adelante y nos evite pedir un préstamo de urgencia que nos orille a pagar altos intereses, empeñar bienes o cargar con una deuda por largo tiempo.
1. Mentalízate y organízate
Tienes en claro que un presupuesto que asigne correctamente tus ingresos es la base de unas finanzas personales sanas y cómo ahorrar debe ser parte de esa planeación financiera.
Para tener éxito en tu objetivo de reunir un fondo de emergencias, debes considerar que se requieren los siguientes factores:
- Empeño, disciplina y constancia para separar una cantidad del ingreso mensual siempre y sin excepción
- Fortaleza pues debe ser intocable y no utilizarse más que para casos de urgencia, pues su intención es preservar la seguridad y bienestar de la familia
2. Sé realista
El siguiente paso es que asignes de manera realista una cantidad a ahorrar fija, la cual depende de:
- Tu empleo y que tan seguro estés de conservarlo
- Tu edad y los riesgos de afrontar enfermedades y discapacidades que la misma conlleva
- Que tan próxima está tu jubilación
- La viabilidad de que accedas a nuevas oportunidades laborales
- Los activos con que cuentes para solventar algún gasto inesperado
- La aportación de tu pareja, familiar o socio
- Si tienes o no deudas
- Si eres empleado independiente o microempresario, en cuyo caso debes duplicar la cantidad del sueldo que percibías anteriormente
3. Prevé y define metas
Una vez analizado lo anterior, debes definir la cantidad meta de tu fondo de emergencias, el cual puede ser equivalente a:
- Dos meses del salario actual
- Dos salarios mensuales y una fuente de ingresos alterna que represente la mitad del salario mensual
- El monto suficiente para mantenerte durante seis meses sin adquirir deudas
- Tres salarios mensuales y tres cuotas adelantadas de pagos a deudas
4. Pon en acción tu plan de ahorro
Ya tienes planeado tu presupuesto, cuánto ahorrar y a cuánto debe ascender tu fondo de emergencias, ahora es momento de que elijas dónde depositar tu dinero.
Definir qué cuenta de ahorro o instrumentos de inversión son los más convenientes dependiendo de sus rendimientos y liquidez es el siguiente paso.
Destinar el dinero a estas herramientas te evitará la tentación de ocuparlo en otra cosa y generará intereses al mismo tiempo; siempre y cuando tenga disponibilidad de retiro inmediato.
Si tus ingresos aumentan, también debe hacerlo el fondo para emergencias, y es conveniente que cuentes con un “fondo pequeño” y uno “grande”, a los que puedas acceder dependiendo de la urgencia que enfrentes.
Si haces uso de dicho fondo, idea un plan de recuperación, que puede consistir en aumentar la cantidad que guardabas cada mes, hasta que logres reunirlo de nuevo.
La salud de tus finanzas personales es la base de tu patrimonio y de tu tranquilidad financiera.
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