Ser un consumidor responsable realmente no es complicado, sólo implica hacer un cambio en nuestro estilo de vida, que nos permita involucrarnos más con nuestra comunidad, país y planeta. Con acciones sencillas puedes contribuir a cuidar el medio ambiente, mientras cuidas tu bolsillo.
Aquí te compartimos algunos consejos que te ayudarán a cambiar tus hábitos y consumir de manera responsable:
- Elabora una lista de compras
Antes de ir al supermercado, recorre tu casa y revisa que es lo que realmente te hace falta, desde alimentos hasta artículos de limpieza y aseo personal. Dales prioridad a los que ya se terminaron o están próximos a terminarse y son indispensables. Anota todo en una lista y enfócate en adquirir solo los artículos de la lista. No olvides revisar los artículos que están ofertados así ahorrarás un poco y serás más responsable con el consumo.
- Reflexiona antes de comprar
Comprar por impulso nunca es buena idea. ¿Realmente necesitas ese producto? ¿Estás siendo influenciado por la publicidad? ¿De qué material está hecho? ¿Se trata de una compañía que genera daños al medio ambiente? Muchas veces el estrés del trabajo o los estudios hacen que veamos las compras como una terapia que nos levanta el ánimo. Lo mejor es reflexionar antes de adquirir un producto y meditar con calma si realmente lo necesitamos o no.
- Lleva tus propias bolsas
Evita utilizar bolsas de plástico cada vez que acudas a la tienda o al supermercado, opta por llevar bolsas reutilizables de tela o de papel. Además, hoy día muchos establecimientos cobran las bolsas plásticas para empacar las compras. Así que al llevar las tuyas no sólo cuidas el medio ambiente, sino también te ahorras lo de las bolsas. Una buena idea es mantener bolsas reusables extra en tu carro, para la próxima vez que las necesites.
- Consume productos locales
Siempre que te sea posible opta por comprar frutas y verduras en mercados locales. Usualmente éstas tienen precios más bajos y por ser frescas duran más, lo cual es bueno para tu bolsillo. Además de esta forma apoyas económicamente a los pequeños agricultores y a sus familias.
- Evita las deudas
“Más vale prevenir que lamentar” es un dicho tan cierto, más en cuanto a finanzas se refiere. No prevenir para cualquier eventualidad es uno de los hábitos más costosos. Todos nos enfermamos, los hijos crecen, la casa necesita reparaciones, el carro necesita nuevos repuestos, los padres envejecen y muchas cosas más. El futuro está lleno de sorpresas, y contar con un plan de inversión para estos imprevistos es la manera más fácil de no endeudarnos.
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