A pesar de que tanto los hombres como las mujeres fallamos por igual a la hora de tomar decisiones financieras, existen ciertos factores que nos diferencian los unos de los otros.

Registro de gastos

Conocer el detalle sobre en qué invertimos nuestro dinero nos ayuda a concientizarnos más y pensar dos veces cada compra que realicemos. Nos sirve para hacer los ajustes necesarios y así evitar descuidar las cosas que son importantes. En este punto las mujeres son mejores llevando un control de los gastos realizados, ya que la mayoría de ellas son más ordenas y cautelosas que los hombres.

Cuando se trata de tolerancia al riesgo y control de gastos, según un estudio de Mylo Financial Technologies Inc. las mujeres llevan la delantera. Por esto mismo, ellas procuran llevar una agenda o algún cuaderno con los gastos, ingresos, costos y su presupuesto personal de cada mes; mientras la mayoría de los hombres, no lo hace.

El ahorro

Estar preparados para el mañana es algo que no se debe tomar a la ligera. Tener claro los desafíos e imprevistos que podríamos enfrentar es la mejor forma de cuidarnos. En este caso, tanto las mujeres como los hombres le dan prioridad al ahorro porque se preocupan por estar preparados para el futuro.

Sin embargo, el mismo estudio de Mylo muestra que los hombres procuran tener metas de ahorro mucho más altas que las de las mujeres. Las metas de ahorro de las mujeres llegan a la mitad de la meta de los hombres, ya que estos suelen ser un poco más ambiciosos.

Compras impulsivas

Actuar impulsivamente puede ser una de las razones principales para endeudarse. Muchas investigaciones han demostrado que los hombres tienen un mejor auto control y hacen menos compras impulsivas que las mujeres. Esto se debe a que ellas, por lo regular, son quienes hacen las compras cotidianas en los hogares y andan constantemente paseando por los pasillos de los centros comerciales y supermercados.

Los hombres en cambio, cuando tienen que comprar algo van directo al mandado. Por ejemplo, si un hombre va a una tienda departamental por unos zapatos, irá directamente al pasillo de calzado por sus zapatos.  En cambio, las mujeres si van por una falda, caminarán por el área de calzado, perfumes, accesorios y demás.

Incluso algunos dicen que para los hombres las compras son una misión concreta y, para las mujeres, es un viaje. Debido a esto, las mujeres suelen hacer más compras compulsivas.

Inversiones

El 80% de las decisiones de inversión las toman los hombres; las mujeres no suelen pensar tanto en dónde o en qué invertir. Es más, el estudio de Mylo demuestra que las mujeres suelen invertir menos debido a su tolerancia al riesgo, en cambio los hombres son un poco más atrevidos y deciden invertir en la bolsa de mercado, en apartamentos y demás oportunidades de mercado.

Los estudios demuestran también que las mujeres tienen menos conocimientos de inversión que los hombres. Es más, solo el 8% de mujeres son expertas en inversión, en comparación al 25% de hombres que dominan el tema por completo.

Gastos

Los estudios muestran que las mujeres suelen ser más conscientes de los costos y los precios de las cosas que los hombres. Esto se debe a que la mayoría de las mujeres son las que se encargan de realizar el presupuesto familiar. En cambio, los hombres no piensan mucho en el precio de lo que quieren comprar.

Por ejemplo, la mayoría de los hombres suele gastar su dinero en carros, aparatos electrónicos, deportes, etc. los cuales son intereses más caros que los intereses de las mujeres, que usualmente son ropa, maquillaje, accesorios, etc.

Incluso el estudio muestra que los hombres suelen gastar más en comida y bebidas alcohólicas que las mujeres. Los hombres también suelen ser fieles a las marcas, en cambio, las mujeres pueden comprar más fácilmente en una diversidad de tiendas por el precio. El estudio demuestra que el 40% de las mujeres cambiaría marcas por otras más baratas, en cambio, únicamente el 20% de los hombres haría esto.

La mejor manera que tanto los hombres como las mujeres aprendan a manejar sus finanzas es planear correctamente su presupuesto y afrontar sus deudas personales. Ambos deberán aprender uno del otro y así cumplir sus metas en el futuro.

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