Disfrutar de un sueño reparador es un lujo que hoy en día muchos no pueden darse. La mala alimentación, el estrés por lo hijos, los estudios o el trabajo nos afectan a la hora de dormir.
Existe un estrecho vínculo entre las emociones y la alimentación. Cuando no dormimos bien experimentamos una sensación de malestar emocional a causa del estrés y que nos empuja a comer alimentos de mala calidad y en cantidades distorsionadas.
1. Evita la cafeína y el alcohol
Este tipo de bebidas, al igual que los refrescos y gaseosas, influyen directamente en tu sistema nervioso. Provocándote una estimulación en el cerebro que impide conciliar el sueño o lo interrumpe constantemente durante la noche.
2. Espera la digestión
Si cenas tarde de seguro te irás a dormir en pleno proceso digestivo. Al acostarte sentirás enseguida como el reflujo esofágico acompañado por ardores te dificultan el sueño. Para gozar de un sueño reparador es fundamental que te acuestes con la digestión hecha. Trata de cenar temprano, por lo menos dos horas antes de acostarte.
3. Ni mucha ni poca
Si bien sabes que no es una buena idea ir a la cama con el estómago vacío, muy lleno es igual de malo. Cuando ingieres alimentos fritos o saturados en grasas harás que la digestión sea muy pesada. Es cierto que cuando cenas mucho te da sueño enseguida, pero el proceso digestivo se complica y puedes tener molestias. Y si apenas comes, el hambre puede despertarte en la madrugada.
4. Cenas somníferas
Algunos alimentos tienen componentes que pueden ayudarte a conciliar mejor el sueño. Puedes comer papas, pasta o arroz integral, pescado, pollo, huevo, lácteos y una moderada cantidad de grasas saludables son la mejor receta para conciliar el sueño. Si prefieres platos más ligeros y saciantes opta por las ensaladas y cremas de verduras. Come una cucharadita con pasas o un par de ciruelas, estas frutas son ricas en magnesio y vitaminas B, ayudan a favorecer la salud del sistema nervioso y a regular el ciclo del sueño.
5. Haz ejercicio
Algo que te ayudará a descansar bien es contar con una rutina de ejercicios o practicar algún deporte que te ayude con el desgaste de energía. Te recomendamos que lo hagas en la mañana o en la tarde, para que no se acelere el cuerpo por las noches. Hazlo por lo menos tres veces por semana así aumentarás tus probabilidades de descanso.
Sigue estos consejos para poder descansar tranquilo por la noche. Recuerda que las emergencias no avisan. Es por eso qué tú y tu familia deben contar con un buen plan de respaldo para cualquier inconveniente.
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