En la mayoría de las empresas, el tiempo es escaso y siempre estás bajo presión. Aun así, te debes a ti mismo superar estos obstáculos y desarrollar tus habilidades. No querrás acabar aburrido y sin valor para tu equipo dentro de unos años.
¿Qué puede estar pasando?
- La urgencia de las actividades diarias ha eclipsado la importancia del crecimiento profesional y el aprendizaje en tu vida laboral
- Has esperado que tu jefe o tu empresa dirijan tu aprendizaje, en lugar de confiar en ti mismo
- La habilidad que te gustaría aprender es tan grande o desalentadora que no estás seguro de cómo empezar
- La habilidad que te gustaría aprender está fuera del ámbito de tu trabajo actual.
- No sientes que tienes el apoyo de tu jefe o de otras personas de tu empresa para probar cosas nuevas.
Formas de manejarlo:
1. Hacer del aprendizaje una prioridad
El día que te comprometas a aprender nuevas habilidades, en lugar de dejarlas constantemente en segundo plano, será el día en que empieces a desarrollar tu potencial. Haz caso a Peter Drucker, que escribió hace muchos años: "Un trabajador del conocimiento solo necesita una cosa: aprender a aprender".
2. Céntrate en una habilidad que realmente te importe
Se necesita tiempo y práctica para ser bueno en algo. ¿Qué posibilidades tienes de seguir motivado si la habilidad que eliges te aburre? Por eso es tan importante centrarse en algo que prácticamente te dé ganas de saltar cada vez que te imagines teniendo éxito en ello.
Si no estás seguro de qué es ese algo, observa detenidamente a las personas de tu red que te gustan, admiran y respetan. ¿Qué hacen bien? ¿Te ves a ti mismo esforzándote por conseguir algo similar?
3. Habla con tu jefe sobre tus objetivos de aprendizaje
Si has estado demasiado ocupado para pensar en tu desarrollo profesional, intenta tener una conversación sincera con tu jefe. Él o ella podría tener algunas ideas sobre expertos o contactos con los que conectar, proyectos en los que podrías trabajar y que te permitirían utilizar lo que aprendes y mucho más. Una vez que hayas intercambiado ideas, informa sobre tus esfuerzos de desarrollo de habilidades en tus reuniones regulares. Esto te ayudará a mantener la motivación. Además, tu jefe probablemente apreciará tu iniciativa y tu deseo de mejorar; la mayoría de los jefes valoran estas cualidades en sus subordinados directos.
4. Divide la habilidad que te gustaría aprender en pequeños pasos
Digamos que te gustaría convertirte en un mejor comunicador. Suena muy bien. Pero es fácil sentirse abrumado por un objetivo de aprendizaje tan grande. El peligro es que nunca llegues a empezar.
La solución a este problema es planificar y dar pequeños pasos a lo largo del tiempo.
- Empieza por pensar en todo lo que tendrías que pasar para que mejoraras en la habilidad que has elegido. Digamos que esa habilidad es la comunicación eficaz. Tal vez necesites mejorar tu redacción de correos electrónicos, utilizar una gramática correcta y convertirte en un orador elocuente y persuasivo bajo presión.
- A continuación, concéntrese en lo más importante de tu lista, que dependerá de sus circunstancias. Supongamos, en el ejemplo anterior, que tu mala gramática está minando tu credibilidad.
- Elige una pequeña cosa que puedas hacer para mejorar, preferiblemente algo que sea relativamente fácil de encajar en tu agenda. Tal vez uno de tus errores gramaticales más comunes sea intercambiar siempre "es" por "su".
- Sigue adelante y felicítate. Acabas de dar el primer paso para convertirte en un mejor comunicador. Dale tiempo, y cuando empieces a ver la mejora, piensa en lo que sigue en tu lista.
6. Encuentra o crea una comunidad de personas interesadas en la misma habilidad
Encuentros, mesas redondas, conferencias... hay una razón por la que este tipo de eventos florecen. El apoyo de otros que buscan dominar las mismas habilidades puede ser increíblemente motivador. Investiga en Internet para encontrar uno. Si no encuentras nada, crea un grupo tú mismo, ya sea con colegas o con personas ajenas al trabajo. Puedes intercambiar historias y tácticas, animarse mutuamente cuando las cosas se pongan difíciles, poner a prueba las habilidades en un entorno seguro, reunir recursos para traer a ponentes con experiencia y celebrar los hitos.
7. Busca oportunidades de aprendizaje en todas las facetas de tu vida, no sólo en la laboral
La mayoría de las habilidades pueden aplicarse a múltiples aspectos de la vida. Sé creativo. Por ejemplo, puedes aprender a pedir opiniones probando con amigos y familiares; mejorar tu capacidad para establecer contactos entablando conversaciones en cafeterías; o desarrollarte como líder fundando un grupo comunitario o presentándote voluntario para dirigir una campaña en una organización sin ánimo de lucro con pocos recursos.
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