En las últimas décadas los ataques de ransomware han ido en aumento, enfocándose principalmente en pequeñas empresas, gobiernos y hasta multinacionales. Este tipo de ataques casi siempre provoca pérdidas, ya sea financieras o de fuga de información privada.
¿Cómo minimizar los riesgos de un ataque?
Bloquear sitios web maliciosos: Se puede restringir el acceso a los sitios web que son conocidos por compartir e infectar archivos maliciosos. También se aconseja utilizar listas inteligentes que recopilan amenazas y se actualizan constantemente para evitar un ataque.
- Filtrar el tráfico entrante: Deben existir políticas de filtrado en cualquier dispositivo que tenga acceso al exterior, como lo es un router.
- Filtros de spam y phishing: Tener un filtro que pueda validar y detectar archivos adjuntos en un correo electrónico. Esto se puede lograr con programas de antivirus.
- Autenticación: Usar contraseñas robustas en las cuentas, bloqueo a los accesos remotos no autorizados y utilizar la autenticación multifactor.
- Conexiones permitidas: Tener un listado de IP´s permitidas con un firewall.
Si fuiste atacado por un ransomware, debes investigar e identificar cómo fuiste infectado. Esto te ayudará a reforzar tu seguridad y evitar un segundo ataque. Puedes abocarte a un experto en ciberseguridad para que te ayude a identificar alguna deficiencia.
Si tu empresa o institución utiliza dispositivos corporativos, asegurate que el acceso a internet sea seguro y no pueda ingresar ninguna amenaza por estos medios.
Mantente alerta y recuerda… ¡La seguridad de la información es responsabilidad de todos!