Antes de los 30 años es posible tener un buen flujo de ingresos que se desaprovechan por no ahorrar o invertir el dinero.

En esa etapa productiva tienes la oportunidad perfecta para crecer financiera y personalmente. Es durante ella cuando tu carrera profesional va en ascenso, puedes conseguir mejores empleos y sueldos o emprender y hacer crecer un negocio.

Una persona con finanzas personales sanas invertiría parte de su dinero en planes de ahorro antes de los 30, pero, desafortunadamente, la mayoría de las personas no dedican el tiempo ni los recursos suficientes para aprovechar esta oportunidad. 

Si te encuentras en esta etapa, estás muy a tiempo de prevenir estos errores:

Endeudarte

Sin importar si lo haces para hacerte de una casa, pagar la boda y la luna de miel, o para solventar los gastos relacionados con los hijos, tramitar una hipoteca o pedir préstamos al banco puede convertirse en un error acumulativo si no lo sabes manejar.

Por ejemplo, si eligieras un pago mensual mínimo para reducir los pagos mensuales, estarías prolongando la deuda y pagando al final el doble o más del monto original debido a los intereses.

Si ya decidiste hacerte de una propiedad, compara créditos hipotecarios, tasas de interés y plazos, y elige el más corto aun cuando tu cuota mensual sea más pesada. 

En cuanto a pedir prestado para algún evento importante, analiza bien tu situación financiera y capacidad de pago para que a la larga no tengas que lidiar con la presión de los pagos.

Respecto a los hijos, considera que ahorrar para su educación es lo mejor que puedes hacer por ellos y por ti.

No ahorrar

Está bien, no te endeudas ¡pero tampoco ahorras! Te lo vamos a decir muy claro: puedes despedirte de tu libertad financiera si no separas una parte de tus ingresos para ahorrar e invertir.

Debes elaborar un presupuesto en el que, además de tus gastos fijos, apartes una cantidad para tu ahorro. Incluso puedes establecerte diferentes metas de ahorro a distintios plazos y asignar cantidades a cada una.

Hacer inversiones conservadoras

Elige productos financieros que te permitan generar el mayor rendimiento posible con un riesgo controlado, que generalmente son inversiones a largo plazo. La clave es tener paciencia, y siendo joven es lo que debe sobrarte.

Un inversión a plazo fijo en la que los intereses se reinviertan y que mantengas el mayor tiempo posible podrá generar un interés más alto de manera sostenida.

No crear ingresos pasivos

Cada vez más jóvenes entienden que invertir en empresas y acciones (bajo la tutela de asesores calificados), crear blogs de temas que conocen, dar charlas o escribir mientras tienen energía y tiempo, se pueden convertir en “ingresos pasivos” que podrán recibir cuando sean mayores.

Analiza tus opciones y apuesta por la que más satisfacción personal te dé, eso se reflejará en tu compromiso.

Eres joven, tienes buenas perspectivas laborales y cuentas con ingresos suficientes para mantener tu estilo de vida. No siempre será así, mantén unas finanzas sanas y empieza ahorrar e invertir inteligentemente ahora en tu futuro y en tu tranquilidad.

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