Más allá de la felicidad, contraer matrimonio implica la formación de una sociedad en la que necesariamente hay responsabilidades y beneficios para ambas partes. Y en ello está implícita la conformación de un lugar común.
Después de las conceptos “organización de bodas” y “cómo hacer una fiesta para bodas”, lo más buscado en internet por las nuevas parejas no necesariamente es lo relacionado con “muebles nuevo hogar”, “equipamiento nuevo hogar” y “gastos nuevo hogar”, sino que ocupa casi los últimos lugares en interés.
Curiosamente, en Google, hay menos textos relacionados con este tema en proporción de uno a diez comparado con la organización de la fiesta.
Tomar decisiones tan importantes demanda un nivel de responsabilidad y madurez que debe considerar los factores personales, familiares, sociológicos y por supuesto económicos.
Aquí entra el tema del nuevo hogar donde vale la pena plantearse preguntas como ¿dónde van a vivir?, ¿comprarán, rentarán o será una vivienda prestada?, ¿cuántas habitaciones necesitan? Respecto al equipamiento viene la cuestión de cómo conseguirlo.
A una pareja recién casada generalmente le falta todo. Desde un juego de platos hasta un kit de hilo y aguja. Es un arranque desde ceros.
Pero no te estreses, no se trata de tenerlo todo de manera inmediata, ni que tampoco todo sea nuevo.
Echa mano de cosas que ya uses y te puedan servir en la nueva etapa. En casa de los padres siempre habrá un sartén o un plato que usen menos y en todo caso equipamiento que por causas de decoración o necesidad ya no se utilice pero que a los recién casados sí pueda servir.
Instalen una mesa de regalos, esto les da una idea a los amigos y familiares de lo que necesitan y la propia tienda se encarga de hacerlos llegar. Además suelen ofrecer un programa de recompensas adicional a lo que los demás compren para ustedes.
Soliciten un crédito. Hay planes específicamente para este fin que proporcionan facilidades y una tasa de interés blanda para amueblar tu nuevo hogar.
Infórmate junto con tu pareja de los plazos y beneficios. Las entidades financieras suelen tener convenios con ciertas tiendas y ofrecer descuentos si consumes lo que necesitas con ellos. Independientemente a la forma de pago, evalúa los programas de garantías y protección en caso de fallas o desperfectos de fábrica.
Recuerda que sumando todos los créditos, no puedes sobrepasar el 30% o de los ingresos para no caer en un desequilibrio financiero.
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