Hoy día sabemos y está plenamente demostrado que la disminución de la actividad física diaria en general, supone un mayor riesgo para el desarrollo de numerosas enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, problemas cardiovasculares, algunos tipos de cáncer, artrosis, osteoporosis y otras, teniendo todas un origen similar: el sedentarismo. Por esto es importante mantenernos activos.
Actualmente, la recomendación general para la población sana es realizar al menos 30 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada, todos los días o casi todos los días de la semana. Pero en ocasiones las personas que padecen algunas enfermedades desconocen que pueden verse beneficiadas al realizar actividad física, de acuerdo a unos criterios de intensidad, duración, frecuencia y tipo de ejercicio que les permita obtener los beneficios sin riesgo alguno. A continuación, se indicará qué tipo de actividad es la más recomendada para algunas enfermedades frecuentes:
• Actividad física y obesidad: la recomendación es realizar al menos 30 minutos de actividad física, de intensidad moderada, cinco días a la semana para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y la mortalidad. Sin embargo, para disminuir de peso o prevenir el aumento del mismo después haber bajado, se necesitan 60 minutos diarios, cinco días a la semana.
• Actividad física y diabetes mellitus: la modificación del estilo de vida es el pilar fundamental, tanto del tratamiento como de la prevención de la diabetes tipo 2. Se recomienda realizar actividad física 30 minutos diarios, a una intensidad moderada, casi todos los días a la semana. Recordemos que la diabetes está estrechamente ligada a la aparición de enfermedades cardiovasculares, sobrepeso y obesidad, por lo que en algunos casos ir incrementando el tiempo de cada sesión de ejercicio sería lo más recomendable.
• Actividad física y enfermedades cardiovasculares: se considera con efecto protector para este tipo de enfermedades la actividad física de duración aproximada de 30 minutos, con intensidad moderada, la mayoría de los días de la semana. Mayor cantidad o mayor intensidad, tendrían un mayor efecto, pero las personas no acostumbradas a ejercitarse regularmente o con un riesgo elevado de sufrir complicaciones, deben evitar las sesiones súbitas e intensas, y visitar a un médico previamente a iniciar el plan de ejercicios.
• Actividad física y cáncer: las acciones primordiales para disminuir el riesgo de sufrir cáncer son: mantener un peso adecuado (índice de masa corporal entre 18,5 y 24,9), evitar ganar más de 5 kilogramos durante la vida adulta y mantener una actividad física regular, ejercitándose la mayoría de los días de la semana, durante 60 minutos a una intensidad moderada.
• Actividad física y osteoporosis: las recomendaciones de actividad física que promueven un estilo de vida saludable para diferentes enfermedades crónicas también contribuyen a disminuir el riesgo de fracturas cuando se padece de osteoporosis. Las personas con enfermedades de las articulaciones deben visitar a un médico previo al inicio de la actividad física. En estos casos, cuando los movimientos son limitados o dolorosos, pueden beneficiarse de ejercicios de bajo impacto como caminar o nadar.
Sin importar nuestra edad o condición, todos nos beneficiamos de la práctica regular de la actividad física. ¡Abandona el sofá y pon tu cuerpo en movimiento!
Fuente: estampas.com
