El auto examen de mama es un hábito importante que se debe adoptar desde la adolescencia, pues esto te ayudará a familiarizarte con la forma en que tus mamas se ven y se sienten normalmente, así, cuando haya algo fuera de lo común, será más fácil reconocerlo y determinar con precisión la presencia de un posible cáncer. Así que, ¡presta atención a estas dos maneras para hacerte el auto examen!
Recostada
- Acuéstate boca arriba y coloca la mano derecha detrás de tu cabeza.
- Con la yema de tus dedos de en medio de la mano izquierda presiona suave, pero con firmeza, tu mama derecha y realiza estos 3 movimientos en búsqueda de algún bulto anormal:
- Movimientos circulares en el tejido.
- Movimientos en diagonal desde la axila, pasando por tu seno, hasta llegar al medio del esternón.
- Movimientos arriba-abajo por toda el área del seno, bajando hasta sentir las costillas y subiendo hasta la clavícula.
- Presiona suavemente los pezones, verificando si hay secreción.
- Ahora repite el proceso en la mama izquierda.
De pie
- Párate frente a un espejo con los brazos junto a la cadera y hombros rectos.
- Mira las mamas directamente en el espejo.
- Busca cambios en la textura de la piel: hoyuelos, arrugas, abolladuras, inflamación, salpullido y demás.
- Observa bien la forma y el contorno de cada mama, fijándote si el pezón está hundido o no.
- Eleva los brazos por encima de la cabeza y observa si hay alguna alteración en las mamas.
Recuerda que el objetivo es encontrar algún detalle nuevo o diferente en tus mamas que llame tu atención. Si lo haces, llama a un médico de inmediato.
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