Tomar medicamentos sin supervisión médica es uno de los mayores riesgos de la salud, e incluso puede provocar la muerte.

A todos se nos ha pasado por la cabeza: "Creo que tengo los mismos síntomas que mi primo, le preguntaré que medicamento ha estado tomando para ahorrarme el tiempo y el dinero de ir a ver al doctor".

Y, luego, resulta que el padecimiento no era el mismo y lo dejamos avanzar antes de realmente hacer una cita con el médico y empezar a tomar el tratamiento adecuado, el cual, además, ahora será más costoso dada la gravedad del cuadro que presentamos.

O incluso puede ser que tengamos que ser hospitalizados o que presentemos una reacción alérgica a una medicina que "tomamos prestada" o que, dados otros padecimientos que sufrimos, el medicamento que debería sanarnos nos provoque más daños .

Es el caso de analgésicos de venta libre como los antiinflamatorios no esteroideos y el ibuprofeno. En el primer caso, su ingesta produce efectos colaterales como gastritis o úlceras; en el segundo, se pueden presentar daños en los riñones.

No lo tomes a la ligera

Los riesgos de la automedicación son muchos y no debes tomarlos a la ligera, pues es una mala práctica que incluso puede llevarte a la muerte.

Los medicamentos contienen sustancias para tratar o prevenir ciertas enfermedades y, aunque muchos están regulados y solo se venden con receta médica, otros son de venta libre y de fácil acceso para cualquier persona.

Es esencial que des a las medicinas la importancia que tienen como instrumentos de salud y no las consideres productos de consumo, y que reconozcas los efectos directos o secundarios que pueden producir en tu cuerpo.

Para aprovechar los beneficios que realmente ofrecen y no provocar daños fisiológicos en ti mismo o en otros al recomendarlos o proporcionarlos, debes tratar a los medicamentos con respeto y siempre seguir las indicaciones del médico. Solo él puede diagnosticar con certeza cuál es la enfermedad que presentas y recetarte las medicinas que realmente la combatan.

Acude al médico

Es importante, además, que el médico analice tu historial médico, los resultados de estudios clínicos y que otros padecimientos tienes o que otros medicamentos tomas para que te prescriba el tratamiento más adecuado en tu caso particular.

Responsabilízate también de los medicamentos que están en tu botiquín y evita suministrarlos a otros miembros de la familia o tomarlos en caso de que vuelvas a presentar lo que crees son "los mismos síntomas" de una enfermedad.

Automedicarse puede salir muy caro, tanto para tu bolsillo como para tu salud.

Considera la conveniencia de contar con un seguro de salud que cubra todas las citas médicas y los estudios de laboratorio y medicamentos prescritos por el médico, y así eliminarás el factor económico cuando presentes algún síntoma que amerite una consulta. Con la salud no se juega.

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