La personalidad financiera se define como el conjunto de costumbres, motivaciones y creencias con respecto al manejo de tu economía. Los hábitos de consumo, la organización del dinero, el ahorro y las emociones inciden en esta y son aspectos importantes para mantener una buena salud respecto a tus ingresos y egresos.

Aunque varían de una persona a otra, existen ciertas características que pueden hacer que te identifiques más con un tipo de personalidad financiera. Aquí te presentamos tres de las más comunes.

Personalidad austera

Esta es la personalidad de quienes son muy estrictos y cautelosos con sus consumos. Aunque tienen buenos hábitos económicos como ahorrar y hacer un presupuesto, lo hacen guiados por el miedo a la escasez. Este temor los lleva a gastar menos de lo necesario o a no usar sus ahorros incluso en emergencias. 

Si este es tu caso, es importante que encuentres un punto de equilibrio, ya que el miedo puede afectar tu estilo de vida. El mejor consejo es que aprendas a invertir para ti mismo y una buena forma de hacerlo es incluir en el presupuesto mensual un rubro para gastos que sean solo para darse un gusto o para disfrutar.

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Personalidad pródiga

Carpe diem es una expresión en latín que significa “aprovecha el día” y se utiliza en referencia a vivir cada momento como si fuera el último. También puede describir muy bien a una personalidad financiera que se caracteriza por disfrutar gastando, por lo que tiende a vivir en el presente.

Quienes tienen esta personalidad financiera suelen verse más afectados por gastos imprevistos o de emergencia, ya que, aunque no tengan problemas con crear y ceñirse a un presupuesto, no acostumbran a tener el hábito del ahorro. Si te identificas con este caso, una buena forma de tomar la práctica es con un Plan de Ahorro Bi que te permita hacerlo con un débito automático, para que no lo olvides, además de ofrecerte atractivas tasas de intereses y seguro de vida.

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Personalidad impulsiva

Este tipo de personalidad puede confundirse con la pródiga, ya que también suelen gastar de más. Sin embargo, la diferencia está en que la impulsiva tiende a grandes gastos guiados por el deseo inmediato, por sobresalir o por imitación al ver las compras que hicieron otras personas. 

Si tu personalidad financiera es similar a esta última, es posible que te hayas visto en la situación de que un gasto grande hizo que fuera difícil llegar a fin de mes. En este caso, lo mejor es que aprendas a priorizar tus consumos para cubrir los básicos antes de hacer una compra impulsiva. 

Recuerda que, aunque te identifiques con cierto tipo de personalidad, no está escrito en piedra y puedes tomar acciones para cambiar hábitos. Una excelente herramienta para lograrlo es un Plan de Ahorro Bi, pues te permitirá adquirir el hábito del ahorro de la mano de Banco Industrial. Haz clic en la imagen de abajo para conocer más.