La compra de automóvil es la segunda adquisición más importante de tu vida, después de una casa. Hay muchos factores que debes considerar antes de tomar tu decisión

¿Auto nuevo o usado?

Lo primero que debes decidir es si se trata de un auto nuevo o usado. Esto dependerá del presupuesto pero también del objetivo, funcionalidad y por supuesto del gusto.

Si te inclinas por un vehículo nuevo, compara el precio en diversas concesionarias. Si vas a pagar en efectivo puedes negociar un descuento de hasta el 20 % sobre el precio de catálogo y más si lo adquieres en el último trimestre del año, ya que con la inminente llegada de los nuevos modelos, bajan los precios de los del año en curso. Toma en cuenta que un auto nuevo se devalúa entre un 20 y un 30 % sólo al salir de la agencia.

 En el caso de los usados, necesitas conocer el valor aproximado mediante los precios de las aseguradoras, sitios de compra, venta en internet y guías especializadas. Este valor es sólo un tabulador ya que puede variar en función del kilometraje, estado general, equipamiento y demanda. Investiga su historial, pregunta quién lo usaba, cuántos dueños ha tenido y cómo son los servicios de mantenimiento que le han dado.

 Asesórate con un mecánico sobre el estado del motor y las reparaciones que necesita (todos los autos usados las demandan). En lo que respecta al exterior revisa las uniones y la pintura. Examina en el baúl, atrás de las llantas, debajo de la carrocería. Los posibles daños siempre están ocultos.

 Es raro que el interior esté intacto pero en general busca que los asientos estén en buenas condiciones, que el cielo no esté dañado y que la alfombra no huela mal o esté demasiado desgastada.

¿En efectivo o con un préstamo?

 Si el auto lo obtienes a crédito considera que entre más alto sea el enganche, menor será la mensualidad. Antes de aceptar un contrato considera que sea una tasa de interés favorable.

 Otra opción recomendada es solicitar un préstamo personal antes de comprar el carro. Así, tendrás el efectivo para poder negociar un mejor precio en tu compra, además de las ventajas de un préstamo personal como una tasa accesible con un pago mensual fijo.

 Por último, considera con detenimiento lo que quieres, cuánto tienes o cómo lo vas a conseguir. Compara la relación entre costo beneficio y recuerda que no siempre el vehículo más grande o el que está de moda es la mejor opción de acuerdo a tus necesidades.

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