En el plano de las relaciones vamos también a resaltar el valor que aporta la MADUREZ EMOCIONAL como un componente CLAVE de esta parte fundacional de nuestro carácter.
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PARTE 2
En el plano de las relaciones vamos también a resaltar el valor que aporta la MADUREZ EMOCIONAL como un componente CLAVE de esta parte fundacional de nuestro carácter. Stephen Covey y muchos otros autores nos enseñan que esta madurez está fundamentada en dos valores del carácter que deben estar en balance, estos son el coraje o valentía y la consideración hacia el otro. Ambos considerados en la reflexión anterior como principios rectores de todos los demás.
Un profesor de Harvard, Hrand Saxsenian amigo del Dr. Covey, definió de manera más completa la Madurez Emocional. Él dice: La Madurez Emocional es la habilidad para expresar tus sentimientos, convicciones y pensamientos con coraje balanceado con la consideración por los sentimientos, pensamientos y convicciones de los demás.
Ampliando este tema tan importante y de tanto impacto como es el de la Madurez Emocional, uno de los estudiosos más reconocidos en estos temas es Daniel Goleman. Él nos indica que las habilidades y elementos del carácter más importante para el desempeño sobresaliente son las emocionales. Así vemos que cada vez más un mayor número de empresas reconoce la ventaja competitiva que representa la madurez emocional y el desarrollo de las competencias emocionales para la innovación, creación de valor y logro de resultados sostenibles de sus empresas y organizaciones.
Esta inteligencia emocional como la llama Goleman es la que permite que la misión, visión, y valores de las empresas se manifiesten consistentemente en la práctica más allá de las presiones del día a día.
Goleman dice que, ante el ritmo vertiginoso de los cambios constantes, cada vez más se necesita un ancla en los principios y valores, un espacio interior -tanto personal como cultural- en las empresas donde los valores compartidos y acordados, garanticen ciertos niveles de quietud y serenidad que les permitan tomar decisiones sabias e inteligentes. Un lugar donde los cambios bruscos de los estados emocionales- propiciados por estos mismos cambios turbulentos y veloces- puedan ser manejados con efectividad y a favor de los mejores intereses de los objetivos y resultados compartidos por todos.
Así que podríamos resumir que una de las importantes lecciones aprendidas es que más que desarrollar nuestras competencias intelectuales y técnicas debemos custodiar y fortalecer nuestra grandeza primaria, representada en nuestro carácter, nuestros valores, misión y nuestra madurez emocional e inteligencia para manejar nuestras emociones y hacernos cargo de ellas. Al hacer esto nos podremos mover con más probabilidades de éxito consistente en este entorno tan complejo y cambiante del siglo XXI.
Estas competencias y el desarrollo del carácter centrado en principios deben ser especialmente desarrolladas y custodiadas por los Líderes con su ejemplo y su cuidado a su propia grandeza primaria personal que irradia e inspira a otros.
Como reflexión final, puedo decir que somos nosotros los que elegimos cuidar y fortalecer nuestra grandeza primaria, esta decisión solo depende de cada uno de nosotros.
Preguntas para reflexionar:
- ¿Cómo fortaleces día a día tus principios esenciales? ¿Qué oportunidades observas tener para fortalecer tu Madurez Emocional?
- ¿Observas que algunos de tus principios se han debilitado, o le has dado la entrada a fuerzas destructoras de tus principios, sin darte cuenta?
- ¿Has visto algún impacto en tus resultados y efectividad?
“Nuestro carácter es lo que hacemos cuando creemos que nadie nos está viendo” H. JACKSON BROWNE
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