Uno de los lugares más placenteros para relajarse en casa después de una larga jornada es, sin duda, nuestra cama. Pero ¿realmente sabemos cuidarla como se merece? Un estudio reveló que más del 35 % de las bacterias que están en la cama provienen de nuestra piel, pelo y uñas, lo que implica que debemos limpiarla de forma regular junto con todos los elementos que van en ella.

Para ayudarte a mantenerla impecable y cuidar tu salud, en este blog te compartimos algunos tips de limpieza y organización.

Lava la ropa de cama con frecuencia 

Presta mucha atención a la ropa de cama que utilizas. Las sábanas, los cobertores y las sobrefundas se mantienen en contacto directo con nuestra piel al dormir, por lo que se ensucian con mayor facilidad.

Lo más recomendable es que laves todas las sábanas y fundas cada semana. Para esto es ideal que tengas diversos juegos para hacer los cambios y dejar un tiempo intermedio entre su uso.

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Aspira el colchón una vez al mes 

El colchón tiende a acumular polvo, ácaros y suciedad conforme pasan los años, así que para darle mantenimiento de manera adecuada lo ideal es aspirarlo por completo cada mes. Además, puedes utilizar jabón en espuma y un cepillo suave para limpiar de manera sencilla cualquier mancha que tenga.

Otra recomendación es que 2 veces al año realices una limpieza profunda empleando productos con ingredientes como amonio. Luego, deja el colchón al aire libre para eliminar cualquier rastro de humedad.

Ventila tu espacio abriendo puertas y ventanas 

Si tu habitación se mantiene cerrada todo el tiempo, es muy probable que en tu cama se acumule humedad o proliferen las bacterias. Lo ideal es que abras las puertas y las ventanas todos los días por 1 hora como mínimo para que el aire circule libremente.

Esto evitará que cualquier rastro de moho o humedad se desarrolle y termine por dañar los materiales de la cama o tus almohadas.

Cambia la orientación del colchón cada 3 meses

Otro aspecto que debes tomar en cuenta es cambiar la posición de tu colchón. Nuestra recomendación es darle la vuelta al menos cuatro veces al año para que se desgaste de manera uniforme.

La misma posición del cuerpo una noche tras otra hace que se estropee el colchón en esas zonas específicas, pero la rotación minimiza el impacto y evita que tu colchón sufra deformaciones o daños como deterioro o roturas, por ejemplo.

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Tu cama es uno de los elementos principales que hacen de tu casa un lugar cómodo y acogedor. Por esa razón, el tener los cuidados adecuados para mantenerla en óptimas condiciones te ayudará a conservarla en excelentes condiciones por más tiempo.

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